El presidente del Principado, Javier Fernández ha sido referente tanto para el resto de barones del PSOE como para Pedro Sánchez y su equipo durante los días previos al comité federal del parti que se celebra hoy en Madrid. Según confirmaron fuentes socialistas, Fernández recibió el sábado la llamada de Pedro Sánchez, para tratar de conducir la crisis interna desatada por el malestar de los líderes autonómicos sobre la política de pactos y las conversaciones con Podemos iniciadas por el candidato y secretario general del partido. Al tiempo, Fernández estaba en comunicación con el resto de barones y conocía la elaboración de la propuesta de resolución que ayer por la tarde los presidentes autonómicos discutieron con Sánchez en una reunión celebrada en la sede madrileña del PSOE, en la calle Ferraz.

La posición de Fernández es, no obstante, más próxima a las tesis de la andaluza Susana Díaz (con la que compareció anoche tras la reunión) o el extremeño Guillermo Fernández Vara.

Javier Fernández resumió el pasado miércoles el parecer de los socialistas asturianos, tras una reunión de la comisión ejecutiva de la FSA. Entonces marcó dos argumentos nucleares: no facilitar la investidura de Mariano Rajoy pero tampoco buscar un pacto con Podemos. El planteamiento de la formación morada de un referéndum en Cataluña resulta a todas luces inaceptable para los socialistas. De ahí que la tardanza en Sánchez por atajar las exigencias de Pablo Iglesias añadiese más recelos entre algunos dirigentes territoriales, no especialmente afines a Sánchez.

Respecto a una nueva convocatoria de elecciones, Fernández ya señaló que se trata de "un escenario que nadie desea pero que está ahí y hay que contemplar". Pocas opciones tiene el PSOE si Rajoy no consigue los apoyos para renovar la presidencia: una alianza alternativa de la izquierda (los próximos a Pedro Sánchez defienden que tenga al menos el derecho a explorarla) debería contar con socios "peligrosos", como los independentistas catalanes de ERC.