La imagen de la Infanta Cristina sentada en el banquillo de los acusados cuando el próximo 11 de enero arranque en Palma el juicio del "caso Nóos" será la portada del 2016 judicial, un año que también estará marcado por las investigaciones del "caso Púnica".

La Infanta pasará ese día delante del medio millar de periodistas acreditados para la primera jornada del juicio, cuando se debatirá si aplicarle la "doctrina Botín", gracias a la que saldría de la lista de acusados por cooperar en dos delitos fiscales de su marido, Iñaki Urdangarín.

La Fiscalía no ha presentado cargos contra ella y solo lo ha hecho una acusación popular, Manos Limpias, razón por la que podría salvarse del banquillo en el caso de que la sala decidiese aplicarle la doctrina del Supremo que en 2007 eximió al banquero de ser juzgado.