Podemos no firma el manifiesto en defensa de la democracia en Venezuela, que han suscrito PP, PSOE, C's, PNV y UPyD, y uno tiene derecho a preguntarse si el partido de los politólogos, tan locuaz en todo, no habrá optado en este caso por la mudez porque duda de la limpieza de las elecciones legislativas que con tanta rotundidad ganó la oposición al chavismo.
Claro que si los comicios del 6 de diciembre no fueron limpios, ¿cómo demonios lo fueron entonces todos los que ganó Chávez? Mismo sistema, misma validez, ¿no?
¿Y si no dudan de la legitimidad del triunfo de la oposición, por qué no firman, cuando son tan evidentes los intentos de Maduro de restar poder a una Asamblea que le será adversa?
Nuevamente hay que exigir a los de Iglesias que aclaren si van a completar su conversión a la socialdemocracia, o si sólo piensan convocar su espectro para robar votos al PSOE y después hacer como los viejos (y no tan viejos) comunistas con Cuba.
Y, ya de paso, deberían intentar emular al PSOE-PSC en lo tocante a marcas territoriales, porque lo de los cuatro grupos en el Congreso va a ser un guirigay. Puede que así la galaxia podémica demuestre la plurinacionalidad de España, pero a mí se me parece más a la estructura de un zigurat, con el piso que sostiene la pirámide aplastado por las líneas rojas.
