El líder del PSOE, Pedro Sánchez, anunció ayer que ofrecerá a Podemos y Ciudadanos (C's) un pacto para facilitar un gobierno "progresista y reformista", al considerar que a los tres "les une el cambio".

Un día después de la investidura de Carles Puigdemont en Cataluña, Sánchez reiteró que este nuevo paso del independentismo no modifica su decisión de no apoyar un gobierno encabezado por Mariano Rajoy u otro dirigente del PP.

De forma que si Rajoy fracasa en su intento de investidura, él intentará armar un mayoría alternativa en el Congreso.

Sánchez ya había avanzado su deseo de liderar una alternativa a Rajoy, pero ayer precisó que la oferta la dirigirá tanto a Podemos como a C's.

"La voluntad del PSOE es tender puentes, tender la mano a izquierda y derecha", subrayó, antes de considerar que hay "muchísimos puntos en común" en materia social, económica, de regeneración democrática y de la reforma constitucional, que el PSOE comparte con Podemos y C's.

Y no cerró la puerta a que representantes de estos dos partidos pudieran entrar en un gobierno liderado por el PSOE.

A lo que sí se opuso Sánchez es a que Podemos y sus tres marcas territoriales formen cuatro grupos diferenciados en el Congreso de los Diputados.

En vista de que en Cataluña el bloque independentista ha cerrado filas, Sánchez dejó claro que su intención es hablar con todos los partidos, pero que no pedirá el respaldo a algunos como Convergencia o ERC.

"No se sabe si voy a necesitarlos o no. No voy a buscar esos apoyos. El independentismo se siente mucho mejor con un gobierno del PP y con Rajoy en la Moncloa", ironizó.

Sin embargo, el diputado de Democracia i Llibertat (DiL) Carles Campuzano dijo que un gobierno del PP, incluso con el apoyo de C's, no debería repetirse, y reconoció que su partido -la marca de CDC para las generales del 20-D- vería "con interés" la formación de una "mayoría alternativa" que responda a la demanda secesionista de Cataluña. Además, consideró que Patxi López "no sería un mal candidato" para presidir el Congreso.

En clave interna, la ejecutiva federal del PSOE tenía previsto convocar ayer para el próximo día 30 el comité federal del partido que decidirá la fecha del congreso ordinario. Sánchez es partidario de aplazar su celebración hasta que se forme el nuevo gobierno, pero algunos barones, como la andaluza Susana Díaz, quieren que se convoque en plazo y tenga lugar a fines de febrero o principios de marzo.