Su imagen, por su estética alternativa, ha sido una de las más difundidas y comentadas en los medios. La diputada del PP Celia Villalobos afirmó ayer en TVE: "Me da igual que lleven rastas, pero que las lleven limpias para que no me peguen piojos".

-¿Qué le parecen estas declaraciones de la señora Villalobos?

-Es una falta de respeto que ya vivimos en la sesión inaugural del Congreso, donde confirmamos más de cerca de qué pasta está hecha esta gente. Pero no hay problema porque eso no deja de ser el territorio del circo mediático en torno a la vida política que se monta en Madrid y yo no he ido a eso al Parlamento. No me interesa la polémica ni entrar en debates de ese tipo. Yo no vengo al Congreso para eso, sino porque hay mucha gente en este país, y en concreto en nuestras Islas, que lo están pasando muy mal, que necesitan medidas urgentes, y en eso nos queremos centrar. Las declaraciones de determinadas personas que ya son conocidas por el tipo de cosas que dicen se califican solas.

-¿Esperaría o desearía que le llamara para disculparse o aclarar que no era un comentario personal hacia usted?

-Me da igual. No es necesario que me llame ni que se disculpe, me da igual lo que haga. Estamos aquí para tratar de mejorar la vida de la gente y ahora acabamos de salir de una reunión con los trabajadores de Tragsa, que tienen un ERE injusto sobre sus cabezas y esa es la dinámica que voy a llevar durante estos cuatro años. Lo que digan de nosotros, sobre nuestro aspecto no deja de ser parte de ese circo mediático-político y evidencia que no pueden criticarnos en otras cosas que ellos mismos se deberían mirar.

-¿Durante la sesión del miércoles habló con algún diputado que le hiciera algún comentario sobre su aspecto o las rastas?

-En el hemiciclo hablé sobre todo con compañeros de Podemos, también con Alberto Garzón (IU), porque nos conocíamos de antes, pero sí tuve una pequeña conversación con Celia Villalobos en la cafetería del Congreso, donde estuvimos hablando sobre las condiciones de los camareros. Nosotros hicimos un comentario al respecto y ella, que estaba al lado, intervino en la conversación sacando pecho por las buenas condiciones de contratación que tenía el personal de la cafetería [gracias a la intervención de la Mesa del Congreso en la anterior legislatura ante la empresa concesionaria del servicio].

-¿Y en ese momento no le hizo ningún comentario sobre su peinado u otro aspecto de la sesión?

-No. Supongo que el tema habrá estado en las conversaciones de los corrillos, pero a mí nadie me dijo nada ni yo escuché comentarios.

-En todo caso, ¿era usted consciente de que representaba, aunque fuera desde el punto de vista formal, el cambio de etapa en la vida parlamentaria?

-Sí, éramos muchos los compañeros y compañeras, como Rita Bosaho, por ser de raza negra, o compañeros con alguna discapacidad en el Senado, que nos salimos de la norma. Éramos foco de atención por ser precisamente eso, diversos y plurales como creemos que es la sociedad a la que representamos. Nos lo esperábamos, lo veíamos venir, pero no al nivel que ha provocado la foto con Rajoy de fondo, que ha sido muy difundida tanto nacional como internacionalmente, y que ha tenido más repercusión de lo que en principio uno esperaba. Pero no deja de ser ruido mediático que pasará y espero que seamos conocidos en muy poco tiempo por nuestro trabajo.

-¿Qué estaba pensando en la imagen que se le ve pasar frente a Rajoy, en la que tiene usted un gesto casi airado?

-No lo sé, pero no era consciente de que me estaban tomando una foto. Me enteré de la existencia de la foto a través de las redes sociales. La presencia mediática era impresionante, y una situación totalmente novedosa para mí.

-¿Y qué cree que estaría pensando Rajoy con esa expresión mientras le veía pasar frente a él?

-Yo creo que su cara expresa claramente que no ha entendido que estamos en una nueva era política, en un tiempo nuevo, y que ahora el Congreso no es ya el coto privado de unos cuantos para que hagan y deshagan aplicando el rodillo, sino que ahora representa mejor al país, es más diverso y plural y van a tener que acostumbrarse. Quizá en ese momento estaba descubriendo eso, lo que pasó en España el 20-D.

-Sabe que en el pasado un presidente del Congreso [José Bono] ordenó a un ministro [Miguel Sebastián] ponerse corbata. ¿Teme recibir alguna indicación de este tipo para que su aspecto esté más acorde con la norma?

-Nosotros conocemos el Reglamento, sabemos que no hay ninguna indicación concreta sobre el aspecto e indumentaria de los diputados salvo que se acuda con decoro y sentido común, y creo que eso lo respetamos. No le faltamos al respeto ni a la institución ni a los demás diputados por cómo sea nuestra forma de vestir o por nuestro peinado. No tengo pensado ningún cambio de aspecto, esto no deja de ser una anécdota y seguro que en una semana ya nadie habla de ello. Si alguna vez cambio el peinado o el look es porque en lo personal me apetece, porque esto es un peinado como cualquier otro.

-¿Desde cuando lleva las rastas?

-Desde hace casi cuatro años.

-¿Tiene algún tipo de significado desde el punto de vista cultural o filosófico?

-No. Hay mucho debate en las redes con eso, de sectores rastas que lo identifican con una cultura, una música, una forma de vivir o de pensar, pero no es mi caso, para mí es solo un peinado.

-¿Encuentra con frecuencia este tipo de reacciones o prejuicios respecto a su imagen?

-No me sorprende mucho lo que ha pasado en el Congreso porque ya durante la campaña se nos ha mirado mucho y mostrado este tipo de prejuicios, se ha hablado más sobre nuestro aspecto y nuestros peinados que sobre cuestiones políticas. Pero sí, estoy abrumado por la repercusión estatal que está tenido todo esto.

-¿Qué primera propuesta sobre Canarias va a presentar en el Congreso?

-Aún no tenemos decidida ninguna en concreto, pero lo que tenemos pensado es aplicar nuestro programa, que es está centrado en el empleo; el reconocimiento del REF y su anclaje constitucional, con todas las modificaciones que hemos explicado durante la campaña para que tenga un efecto más social. Desde Canarias tenemos especial interés en trabajar en la comisión de Empleo de la Cámara porque entendemos que el principal problema de estas Islas es el 33% de paro. Esa es nuestra prioridad.

-¿Cree que es factible un pacto con el PSOE para un gobierno de progreso?

-Para mí y para toda la organización, cuantos más puntos de nuestro programa puedan salir adelante y aplicar mediante un acuerdo con el PSOE y otras formaciones progresistas, que no dejan de ser puntos elaborados por la sociedad civil, bienvenido sea, tenga las siglas que tenga. No vamos a poner cortapisas en eso, las vamos a poner en los contenidos de los posibles acuerdos que entendemos que necesita el país para salir adelante.