Un policía nacional que participó en la investigación del asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco ha explicado que en el registro de la casa de Triana Martínez, una de las acusadas de este crimen, se halló numerosa munición e información sobre la víctima.

Este agente, que ha declarado como testigo en el juicio por este asesinato que se celebra en la Audiencia de León, ha explicado que tanto la documentación como la "abundante cartuchería" se encontraban en cajones de muebles ubicados en el salón y en una de las habitaciones.

Este testigo ha sido solicitado por la letrada de la acusación particular, Beatriz Llamas, que ha tratado de probar que Triana Martínez tenía que conocer su existencia tanto de la documentación sobre Carrasco como de la munición aunque no se encontrasen a simple vista.

Con esta estrategia, la letrada que representa a Loreto Carrasco, hija de la víctima, trata de demostrar que Triana Martínez tenía conocimiento del plan urdido por su madre, Montserrat González, autora confesa del asesinato, para matar a Isabel Carrasco y que fue partícipe del mismo.

En la sesión inaugural del juicio, el 19 de enero, Montserrat González declaró que ella era la única responsable de la muerte de Isabel Carrasco, y explicó que lo hizo movida por el odio debido a que la dirigente del PP llevaba años haciendo la vida imposible a su hija.

La principal acusada por la muerte de Isabel Carrasco, de 60 años, recalcó que no se arrepentía de haberla asesinado y admitió que estaba "obsesionada" con ella.

También sostuvo que su hija e Isabel Carrasco se llevaron bien durante dos años hasta que la dirigente del PP acosó sexualmente a la joven y ésta la rechazó, por lo que la echó de la Diputación y sacó a concurso la plaza de ingeniero de telecomunicación que Triana Martínez ocupaba como interina y que le había prometido que la daría en propiedad.