Podemos ha pedido a toda la banca privada que financie con un total de 5.000 millones de euros durante una legislatura el rescate financiero de 2012, aunque deja fuera a Bankia, una vez fuera nacionalizada.

El secretario general del equipo económico de Podemos, Nacho Álvarez, ha explicado que una parte del rescate financiero que calcula en 60.000 millones de euros debería ser financiado por "todas" las entidades bancarias a través de un impuesto de solidaridad, cuyo tipo estaría por concretar, y que gravaría los beneficios de la banca.

Sin embargo, Bankia, que -en su opinión- tendría que aportar 20.000 millones de euros, estaría exenta de este pago y lo "asumiría el contribuyente" ya que la entidad sería pública y el impuesto de solidaridad no tendría efecto, puesto que la recaudación del impuesto iría al erario público.

En rueda de prensa, Álvarez ha afirmado que es necesario reabrir el Memorándum de Entendimiento firmado con Bruselas y que incluye el pago del rescate financiero en un plazo de 10 años para que sean las entidades financieras las que abonen este importe.

El dirigente económico de Podemos ha explicado que el impuesto debería ser para todo el sector financiero, ya que aunque algunas entidades no han sido rescatadas, sí se han beneficiado de bonos convertibles, ayudas de créditos fiscales o de la compra de otras entidades debido a la reforma bancaria.

Sobre este aspecto de la reestructuración de la deuda pública y también de la privada, el partido que preside Pablo Iglesias ve más diferencias de encuentro con el PSOE, aunque reconoce que en todas las negociaciones siempre hay que ceder.

Así, aunque no ha puesto "líneas rojas" en ninguna negociación con los socialistas, el equipo económico de Podemos ha reiterado que hay principios básicos como la derogación de la reforma laboral, una reforma fiscal más progresiva, una renta garantizada o un rescate al ciudadano, a los que no van a renunciar.

Sobre la reestructuración de la deuda privada, en especial la de las hipotecas de ciudadanos con rentas muy bajas, Álvarez ha insistido en que hay que liberar la carga y acometer una dación en pago de forma retroactiva.

Para ello, ha explicado que habría que hacer una reducción de los valores de las hipotecas y de los activos inmobiliarios y tener en cuenta sólo los hogares con rentas inferiores 3 veces al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), con el fin de reducir el impacto que tendría la dación en los balances bancarios.

Esta medida se acometería, no obstante, en un plazo de dos legislaturas.