La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Diputado del PSOE por Asturias

El discurso preciso

El valor de la transversalidad, el realismo y la pedagogía

El discurso preciso

Se ha desbloqueado la situación política. El impasse en el que la irresponsable negativa de Rajoy a la invitación del Rey para presentarse él a la investidura, nos habría condenado, ha sido superado. En dos meses, si antes no hay un acuerdo, se convocarán elecciones. En el discurso del candidato socialista Pedro Sánchez hay muchas razones para la esperanza.

Empleo y derechos laborables, lucha contra la desigualdad y la precariedad, restablecimiento del deteriorado Estado del bienestar, derogación de las leyes que recortaron derechos y libertades, lucha contra la corrupción y regeneración democrática, volver a posicionar a España en el mundo... fueron los argumentos en los que sustentó su propuesta para un Gobierno reformista y de progreso.

Fue el discurso preciso para el nuevo tiempo que se ha inaugurado. Más transversal, más necesitado de realismo, de crítica respetuosa, de mucha pedagogía política, de valores... Me resultó especialmente querida su mención al patriotismo. Un patriotismo basado mucho más en valores cívicos que en grandes gestas. Me recordó en algún momento a nuestro presidente Javier Fernández.

Y sobre todo fue de agradecer el tono. Con la fortaleza de las convicciones, pero con la humildad del que reconoce que necesita muchos apoyos. Criticando el periodo de Gobierno anterior y a su presidente Rajoy, pero sin faltar al respeto ni pecar de desabrido. Con la altura institucional requerida. Fue una sesión para convertir a un candidato en un líder.

¿Bastará todo ello para ser investido? Los apoyos del Grupo Socialista y de Ciudadanos no suman lo suficiente, pero constituyen un paso importante. Representan más diputados que los que apoyan a Rajoy. Al no contar con mayoría suficiente, ni la derecha ni la izquierda, la investidura requiere una transversalidad que aporta este acuerdo. Y la mano sigue tendida a los grupos de izquierdas no nacionalistas. No tendrán fácil negar su apoyo a la investidura de un presidente que es consciente del común denominador que une a la mayoría de los diputados: el cambio del actual Gobierno y sus políticas. Podría hacerse la próxima semana y poner en marcha de inmediato un programa de gobierno progresista y reformista.

Compartir el artículo

stats