El día después de un debate "bronco" encontró ayer a los diputados asturianos buscando el equilibrio entre todas las manos tendidas y todas las posiciones firmes. Desde todos los rincones del hemiciclo vienen voces que avalan la rectitud de la postura propia en espera de movimientos ajenos y reafirmaciones que van del "nostros hemos hecho nuestro trabajo" de Ignacio Prendes (Ciudadanos) a la convicción de Susana López Ares (PP) de que "los únicos números serios son los de un Gobierno con la parte moderada del arco parlamentario", pasando por casi todas las expresiones que significan que las propuestas siguen "encima de la mesa". El único acuerdo unánime, tras dos días de debate, se refiere al desabrimiento y al tono áspero del intercambio de pareceres que precedió a la primera investidura fallida del socialista Pedro Sánchez.

Mientras el todavía candidato espera las llamadas prometidas ayer por Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, Adriana Lastra, diputada asturiana del PSOE, proclama que "si le llaman, el PSOE responderá, pero nuestra posición ha quedado muy clara". Su "mano tendida" hacia la izquierda se sostiene con la convicción de que "no hay ni un solo punto de los doscientos de nuestro acuerdo con Ciudadanos del que Podemos pueda estar en contra", pero también de que la "agresividad" de Pablo Iglesias, su "frentismo absurdo contra el PSOE", demuestra que su único objetivo son unas elecciones".

"Les pediríamos a los demás que se moviesen", aporta Ignacio Prendes, sin perder de vista que hasta ahora, a su juicio, eso es lo que no ha hecho Rajoy. Albert Rivera dice que el presidente en funciones "ha roto todos los puentes" y Prendes asiente: "Su incapacidad para entender lo que pasa a su alrededor y para abordar el problema de corrupción sistémica de su partido le incapacita también para liderar el nuevo tiempo", afirma el parlamentario asturiano antes de reiterar que, sin embargo, "estamos a tiempo", o de lamentar también que haya "partidos más cómodos en el enfrentamiento que en la búsqueda de puntos de encuentro".

De la distancia que los separa da fe Susana López Ares (PP), consciente de que el líder de Ciudadanos "deberá explicar a sus votantes lo que ha hecho estas semanas" y de que "nosotros somos un partido serio y él no va a venir a gobernar nuestra casa". Sigue pese a ello "encima de la mesa", afirma, su propuesta de "estabilidad", su invitación a un Gobierno tripartito junto a PSOE y Ciudadanos, con "Mariano Rajoy al frente", con "grandes pactos de Estado" como guía y dando por superado, asegura, un acuerdo como el de los socialistas con Ciudadanos, que tenía "más de marketing que de programa serio capaz de resolver los problemas del país".

De la negativa de Podemos responde Sofía Castañón con la conciencia de que "las matemáticas sí dan para construir un verdadero Gobierno de cambio", pero que éste "no será posible sin un cambio en la política fiscal y económica".

El "no" de Foro tiene, mientras tanto, la argumentación que su diputado, Isidro Martínez Oblanca, expuso anteayer desde la tribuna del hemiciclo. "El candidato y su socio", afirmó el parlamentario forista, "ignoran los grandes problemas de Asturias en su raquítico y sectario pacto, que omite los capítulos sobre las causas de nuestra decadencia". Su éxito, remarcó, equivaldría al regreso "a los tiempos del agujero negro económico de Zapatero".