El portavoz de Podemos en el Congreso, Íñigo Errejón, ha reiterado hoy que volverán a votar no en el debate de investidura de Pedro Sánchez y ha pedido al líder socialista que se ponga el contador a cero y se atreva a seguir otro "carril" que sí suma. Por su parte, el secretario general, Pablo Iglesias, ha afirmado que no quiere tomarse "como presión ni como amenaza" sus palabras sobre el apoyo que dan los socialistas a los llamados 'alcaldes del cambio', y ha recordado que su partido facilitó gobernar al PSOE en Extremadura y Castilla-La Mancha.

"Podemos va a decir lo mismo que el miércoles: que no se firma un cheque en blanco", ha recalcado Errejón en una entrevista en TVE, en la que ha dicho que habrá que retomar las negociaciones. Ha insistido en que el "carril" PSOE-Ciudadanos, "pensado para que el PP pueda abstenerse", no logra la mayoría y que "es mejor buscar socios, que culpables y que intentar chantajear".

Ha asegurado que "sigue habiendo otra oportunidad", pero ha matizado que "sólo otra" y ha agregado que "Pedro Sánchez puede ser presidente, pero para eso tiene que atreverse a conformar gobierno con nosotros". "En algún momento tiene que tomar una decisión y los demás no podemos solucionarle esa papeleta", ha afirmado.

Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado que "cuando se llega a acuerdos sobre bases progresistas, es un mal camino que el PSOE pretenda amenazar a las alcaldías del cambio, eso no lo van a entender los ciudadanos", en declaraciones a Radiocable, recogidas por Europa Press.

Así, se ha reafirmado en que Podemos no le dará al PSOE "un cheque en blanco" para que Pedro Sánchez llegue a la Moncloa, sino que insistirá en proponerle un Gobierno de coalición en el que haya "garantías" y se comparta la responsabilidad. "Nosotros no mentimos, somos firmes, no podemos decir una cosa y la contraria", ha recalcado.

En esa línea, ha dejado claro que no renunciará a pedir la vicepresidencia de un Gobierno de Sánchez, argumentando que en un Ejecutivo de coalición "la primera consecuencia es que la primera fuerza nombra al presidente", así que "no tendría sentido que pidiera a la segunda que renuncie a la vicepresidencia".

Su modelo, ha dicho, es el valenciano, donde Compromís ostenta la vicepresidencia en un Gobierno presidido por el PSOE, "y les va bastante bien". Y ha defendido que esto es lo que propuso el jueves una de las 'alcaldesas del cambio', la de Madrid, Manuela Carmena, que dijo que "sería bonito" que se apoyase al socialista Pedro Sánchez y luego matizó que hablaba de una alianza de izquierdas.

Ha reiterado su oferta de mano tendida al PSOE si éste rectifica, pero le ha advertido de que Podemos no comulgará con ruedas de molino ni dejará de "decir la verdad".

De hecho, ha defendido que no dijo "nada que fuera mentira" cuando acusó al expresidente socialista Felipe González de tener "el pasado manchado de cal viva", en alusión a los crímenes de los GAL. "Si he mentido en tal cosa que nos lo digan, creo que lo que dije es cierto", se ha reafirmado, desoyendo a los dirigentes socialistas que este jueves le emplazaron a pedir perdón por esas palabras.

En cambio, él ha defendido que "es mejor llamar a las cosas por su nombre y ha aconsejado al PSOE "no tener la piel tan fina y ocuparse de lo que es realmente importante, formar un Gobierno de coalición progresista fundamentado en las garantías".

Las palabras de Iglesias fueron respondidas por González afirmando que el líder de Podemos habla desde la rabia y el odio, y éste le contestó el jueves por la noche desde Twitter. "La memoria no es rabia ni odio, sino desear un futuro sin los errores del pasado", dijo Iglesias.