Podemos y Compromís quieren quitar "de los Diputados" del nombre del Congreso porque entienden que la denominación actual de la Cámara baja es discriminatoria. Aprovechando la celebración del Día Internacional de la Mujer, los grupos parlamentarios de los dos partidos registraron ayer sendas proposiciones no de ley para buscar el apoyo del resto de las fuerzas representadas en el hemiciclo.

Además, la diputada asturiana de Podemos Sofía Castañón, que ayer presentó la proposición de su grupo junto a su compañera Rosana Pastor, propugna la elaboración de un "libro de estilo" que garantice el uso de un "lenguaje inclusivo" que sea más "acorde con la realidad" de una mayor presencia femenina en las bancadas del Congreso.

"No tenemos ayuntamientos de los concejales ni Senado de los senadores, así que no tenemos por qué tener un Congreso de los diputados, que excluye no sólo a las mujeres diputadas, sino también a aquellas a las que representamos", argumentó la diputada Marta Sorlí (Compromís).

"Un pequeño paso"

"El nombre de Congreso nos representaría a todos y no dejaría a nadie fuera", dijo, por su parte, Rosana Pastor, para quien la medida supondría "un pequeño paso más en la erradicación de la violencia machista".

Pastor defendió la conveniencia de elaborar un "manual de estilo", a modo de "guía de lenguaje inclusivo, para adaptar la realidad social al uso de esta cámara".

"Es prioritario que desde donde emanan las leyes que nos rigen se empiece a utilizar un lenguaje inclusivo", reivindicó Pastor, que explicó que ese manual debería "adaptar todos los usos del lenguaje parlamentario" e "instar a todos los grupos a utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista".

También debería "adecuarse la comunicación audiovisual, escrita y oral" que emana del Congreso a un lenguaje que no deje fuera a las mujeres, prosiguió Pastor, tras criticar que en las sesiones y actas del Congreso se hable siempre de los "señores diputados".

La vicepresidenta primera del Congreso, la popular Celia Villalobos, consideró "una tontería" la propuesta. "Se llama así desde hace siglos, hay que cambiar las cosas serias", reconvino la vicepresidenta, para la que la que la igualdad de la mujer "no anda por ahí", sino por la igualdad de salario, de derechos laborales y de oportunidades, al igual que en la responsabilidad compartida a partes iguales en el cuidado de los hijos y del hogar.