El presidente del Congreso, Patxi López (PSOE), advirtió ayer al Gobierno en funciones que su negativa a ser controlado por la Cámara baja puede degenerar en un "conflicto institucional grave". López reclama al Ejecutivo que "reconsidere" su postura, porque, en caso contrario, la pugna podría derivar en un "conflicto de atribuciones" ante el Tribunal Constitucional (TC).

Una posibilidad que los socialistas no descartaron que pueda llegar a darse si el Gobierno se mantiene "en rebeldía", y que Podemos también respaldaría, aunque no cree que sea "el mejor camino", mientras Ciudadanos vaticinaba que el Gobierno será controlado, "le guste o no".

López dirigió ayer una carta a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para pedirle que el Ejecutivo modifique su posición. El criterio de la "número dos" del gabinete, ya conocido, consiste en que el Gobierno en funciones no tiene que someterse al control de una Cámara que no le ha dado su confianza. "Ni puede ni debe", según el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

Pero, para el presidente del Congreso, aceptar ese planteamiento sería "aceptar la limitación de capacidades constitucionales de las Cortes Generales".

El artículo 26.2

López basa su argumentación en el artículo 26.2 de la Ley de Gobierno, "que dice que todos los actos y omisiones del Gobierno están sometidos al control de la Cámara. Y no dice que del Gobierno en funciones, no", matizó el presidente del Congreso.

En su carta, López recuerda a Sáenz de Santamaría que la función de control de la acción del Ejecutivo está reconocida en el artículo 66 de la Constitución, "aún estando el Gobierno en funciones, respecto de aquellas cuestiones que son de su competencia", y le advierte de que su decisión "conculca su obligación" de someterse al mencionado artículo 26.2 de la Ley del Gobierno.

López concluyó su argumentación diciendo que todos los grupos, menos el del PP, son favorables a que la Cámara ejerza la función de control del Ejecutivo en funciones, ya que aquélla "tiene la confianza de la ciudadanía, aunque el Gobierno no la tenga".

En declaraciones a los periodistas, la Vicepresidenta pidió al presidente del Congreso que no convierta la Cámara en un lugar para hacer "precampaña". Y afirmó que la posición del Gobierno es "muy coherente", dado que no puede comparecer en el Congreso para asuntos que excedan de los que le corresponde a un gabinete en funciones, y porque ni los precedentes ni los informes del Congreso avalan el control ordinario que López reclama ejercer.

Ninguna relación

De su lado, Ayllón expuso: "No es que haya un Gobierno sin control o descontrolado, porque ni puede ni debe estar sometido a un control parlamentario por una Cámara con la que no tiene ninguna relación".

Ayllón aseguró que no hay ningún precedente en las anteriores diez legislaturas en las que un gobierno en funciones se haya sometido al control del Parlamento. Una circunstancia que tampoco se dio en los largos periodos en funciones de los gobiernos de Artur Mas en Cataluña y Susana Díaz en Andalucía.