"No me voy a rendir nunca". Mariano Rajoy eligió ayer esta frase para cerrar un acto de Nuevas Generaciones en Guadamur (Toledo). La advertencia, dirigida a quienes han pedido con insistencia su relevo al frente del PP y como candidato a la investidura -caso de Ciudadanos-, puso el colofón a un discurso en el que insistió en las ideas que viene defendiendo desde hace tres meses: que quienes deben pactar son su partido y el PSOE -y C's, aunque su concurso "no es necesario"-, que la alternativa a la "gran coalición" es un gobierno de los socialistas con Podemos y los independentistas, y que sólo aspirará a la investidura si cuenta con "los votos suficientes".

Un día más, el presidente del Gobierno en funciones denostó el acuerdo suscrito por PSOE y Ciudadanos -"pacto sindicado", lo denominó- y descartó de plano que, con ese pacto a la vista, su partido vaya a apoyar o a abstenerse en una nueva sesión de investidura de Pedro Sánchez: "No lo vamos a hacer, no puede ser y no va a ser".

También volvió a mostrar el rechazo que le inspiran los "espectáculos que no conducen a ninguna parte", las "comedias" y los "sainetes". Todo ello referido a las negociaciones entre los partidos de Sánchez y Albert Rivera, así como a las emprendidas por Podemos, IU y Compromís con los socialistas. Rajoy criticó su "sinfín de dimes y diretes, reuniones, vetos de unos a otros, ruedas de prensa". Y acusó a los dirigentes políticos de todas estas formaciones de estar "en permanente rueda de prensa".

Aparte, el jefe del Ejecutivo en funciones anunció ayer que el viernes por la noche remitió una carta a los grupos del Congreso para informarles de las aportaciones hechas por España al "razonable y sensato" acuerdo alcanzado horas antes con Turquía para devolver a ese país a los refugiados que entren irregularmente en territorio de la UE por Grecia.

"Ayer remití a los grupos las aportaciones que hizo España en el Consejo Europeo. Que sirva para que la gente se dé cuenta de que, a pesar de las dificultades, este Gobierno seguirá defendiendo los intereses generales de todos los españoles, por muchas pegas y cortapisas que pongan los demás", dijo Rajoy, quien, sin embargo, no dijo nada sobre comparecer en el Parlamento para rendir cuentas del acuerdo con las autoridades de Ankara.

En la rueda de prensa que ofreció al finalizar la cumbre del bloque comunitario con Turquía -a la que el Presidente acudió por primera con una propuesta consensuada con todos los grupos de la Cámara baja-, Rajoy dio a entender que él no comparecería, pero que sí podría hacerlo el secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Eguidazu.

Entre tanto, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, expuso en Burgos que "aún hay tiempo" para configurar un Gobierno de cambio, pero acto seguido se dirigió al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para invitarle a "levantar los frenos, retirar los vetos y abandonar la actitud de bloqueo", todo lo cual sería, en su opinión, asumir las "responsabilidades" que le corresponden para que "el cambio sea una realidad".

De su lado, el vicesecretario de C's, José Manuel Villegas, pidió al PP que se sume al acuerdo con el PSOE para garantizar la formación del nuevo Gobierno, y reconoció que existe un riesgo de que los socialistas "se tiren al monte y pacten con Podemos y los separatistas".