El testigo clave que identificó al miembro de ETA Jorge Olaiz esperando en la calle para matar a un edil de UPN en Pamplona se negó ayer a testificar en el juicio contra el etarra sin ocultar su cara con peluca y gafas de sol, por miedo a que atenten contra su vida o la de su familia.

La acusación contra Olaiz se basa precisamente en la declaración de este testigo, que evitó el atentado porque el día de autos, al ver al acusado y a otro etarra cerca de la casa del edil Miguel Ángel Ruiz Langarica en actitud sospechosa, alertó a una patrulla de la Policía Nacional.

El testigo acudió a la vista con gafas de sol, barba y peluca postizas, ante lo que la abogada de Olaiz protestó recordando que su defendido tiene derecho a verle. La presidenta del tribunal le instó entonces a quitarse esos elementos.

Pero el hombre se negó porque no puede "arriesgar su vida". "Me expongo a que me puedan meter dos tiros por la espalda, que era lo que pretendía esta gente".

Por otro lado, el etarra Tomás Miguel Madina Echevarría, "Basurde", acusado de conspirar para asesinar en 2010 al exlendakari Patxi López y al exconsejero vasco Rodolfo Ares, negó en el juicio haber tenido cualquier vinculación con ETA.