El líder del PSOE, Pedro Sánchez, dejó claro ayer que si se celebran nuevas elecciones, tampoco se sentará a negociar con el PP, aunque su candidato y presidente ya no sea Mariano Rajoy.

Dicho lo cual advirtió al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que el momento de las "ofertas y las contraofertas" ya ha pasado y ahora le toca decidir si quiere apostar por un gobierno de cambio -bien votando a favor del acuerdo PSOE-C's, bien absteniéndose- o ir a elecciones y "darle una prórroga, una segunda oportunidad" a Rajoy. "Yo no imploro, digo que cada cual tiene que asumir su responsabilidad". Y la suya, sentenció, es intentar sustituir a Rajoy. "No podemos seguir manteniendo este gobierno de la vergüenza".

Ante la ronda de consultas convocada por el Rey para los días 25 y 26 -una semana antes de que las Cortes se disuelvan automáticamente si no hay investidura-, insistió en que él querría ir a Zarzuela con el apoyo de 199 diputados (PSOE, Podemos y C's).

Y si hay elecciones el 26-J, está de acuerdo en "abaratar" la campaña, pero no en acortarla, porque sería "hurtar el debate público a los ciudadanos". Además, garantizó que en ese caso habrá primarias y se presentará para volver a ser candidato, aunque ignora si también lo hará la presidenta andaluza, Susana Díaz, con quien ayer compartió unas horas en la Feria de Abril de Sevilla.

La secretaria de Política Municipal socialista, la asturiana Adriana Lastra, dijo que las negociaciones con Podemos habrían sido "más fáciles" con Errejón y Sergio Pascual, que "entienden" la importancia de "desalojar al PP".