El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, hizo un llamamiento a los catalanes a "hacerse oír y hacerse respetar frente a los dragones feroces" que quieren "atenazar" a Cataluña. Puigdemont aprovechó su primer Sant Jordi como presidente autonómico para dar protagonismo a las entidades soberanistas, con las que quiso brindar por la "república catalana". Puigdemont acudió a una misa en la que el arzobispo emérito de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, destacó que Cataluña es una "nación acogedora", con "más de mil años de historia" y luego acudió a la cita en la plaza de Cataluña con asociaciones proindependencia.