El Tribunal de Cuentas salió ayer en defensa de su independencia frente a lo que considera "reiteradas manifestaciones" en las que se cuestiona su imparcialidad tras la condena impuesta a los dirigentes del PP Alfonso Alonso y Javier Maroto por causar un perjuicio económico al Ayuntamiento de Vitoria. Responsables populares , entre ellos uno de los condenados, el vicesecretario Javier Maroto, achacan la condena a que la instructora es una consejera del Tribunal de Cuentas elegida a instancias de IU. La institución que preside Ramón Álvarez de Miranda insiste en que los consejeros son designados por las Cortes Generales y que, por tanto, no son de un partido concreto porque para entrar precisan del voto a favor de tres quintos de cada una de las Cámaras. Por ese procedimiento accedió en su momento al Tribunal, entre otros, Manuel Aznar, hermano mayor del expresidente José María Aznar. Por ello "no resultan admisibles declaraciones en las que se cuestione la independencia de los miembros del Tribunal de Cuentas".