El movimiento okupa convocó para ayer nuevas manifestaciones en los barrios de Gracia y Sants para protestar por el desalojo del "banco expropiado" y los Mossos d'Esquadra advirtieron que responderán con firmeza si vuelve a haber disturbios.

El portavoz de la Policía autonómica, Xavier Porcuna, atribuyó los incidentes del lunes por la noche en Gracia a un grupo de unas 200 personas que provocaron "actos de violencia urbana organizada muy graves".

El portavoz policial dijo que los Mossos tuvieron que intervenir "sí o sí" para dispersar a los alborotadores, porque estaban poniendo en riesgo la seguridad de las personas y la integridad de los bienes públicos y privados, al incendiar contenedores y volcar vehículos en las callejuelas de Gracia.

Y recomendó "encarecidamente" a los manifestantes pacíficos que se vayan a la mínima que vean disturbios.

Porcuna reconoció que la intervención policial del lunes -que dejó un saldo de catorce agentes heridos leves y un detenido- fue "firme", ya que se dispararon proyectiles de precisión, se hicieron cargas con porras y se utilizaron cañones de sonido

Pero la justificó por la presencia de "gente violenta" que volcó un vehículo y varias motos policiales, quemó un camión de la limpieza, levantaron barricadas, destrozaron varios escaparates e incendiaron contenedores de basura.