El consejo político y el grupo de acción parlamentaria de la CUP decidieron ayer presentar una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos para este año del Gobierno catalán. Los "cuperos" exigen a Carles Puigdemont más tiempo para negociar una nueva propuesta que sea "más desobediente" con el Estado y más obediente con el Parlament y la proclama soberanista del 9 de noviembre.

La decisión pone en apuros al Ejecutivo de Junts pel Sí (CDC y ERC), dado que el resto de los partidos de la oposición también han anunciado que enmendarán las cuentas a la totalidad. De esta forma, si JxS no logra que alguno de los grupos recapacite antes del pleno del 8 de junio, las cuentas serán tumbadas ese día en el Parlament y el Gobierno catalán deberá rehacerlas o renunciar a presentarlas, prorrogando las de 2015.

La diputada de la CUP en el Parlament Eulàlia Reguant alegó que la propuesta del Govern no incluye "ninguna o casi ninguna" de la demandas de la CUP. La parlamentaria "cupera" dijo que su partido votaría a favor de unos Presupuestos que planteen una desobediencia "clara y frontal" a las "imposiciones" del Estado español.

Reguant exigió desobedecer los topes de déficit, la suspensión de las leyes del Parlament, la suspensión de sistemas de recaudación, y a los mercados financieros a través del impago de la deuda y de los intereses.

También ha dicho que se debe plantear la reversión de las privatizaciones y de los recortes en servicios de los últimos años: "Sin esto, no creemos que sean unos presupuestos independentistas y sociales", avisó.

Puigdemont advirtió el viernes a la CUP que la única alternativa al proyecto de Presupuestos presentado esta semana es la prórroga de los vigentes, con lo que descartó que puede haber un nuevo adelanto electoral.