Tres ex altos cargos de la Generalitat negaron ayer que los bancos pagaran comisiones a la familia Pujol por llevar las nóminas de los empleados públicos, aunque sí "bonificaciones" a las empresas públicas por concederles las gestión de esas nóminas, una operativa normal en banca. Según uno de los tres declarantes, el exgerente del Instituto catalán del suelo (Incasòl en sus siglas en catalán) Antoni Paradell, las bonificaciones eran muy bajas y su porcentaje oscilaba entre un 0,1% y un 0,3% del dinero que gestionaban, lo que corroboró ante el juez José de la mata el exdirector de Ferrocarriles de la Generalitat Antonio Herce, condenado a cuatro años de cárcel por malversar fondos de esta empresa pública, y que también declaró ayer.