El vicepresidente catalán, Oriol Junqueras (ERC), considera que la CUP "debe decidir qué quiere ser" y definir su papel futuro en la política catalana tras el veto a los presupuestos del Govern, de los que él es el último responsable en su condición de conseller de Economía. Junqueras aboga además por un referéndum unilateral de secesión con "todas sus consecuencias".

En una entrevista con el diario Ara, Junqueras lamenta la posición de la CUP, la formación que con Junts pel Sí (CDC y ERC) mantiene el respaldo parlamentario al Gobierno de Carles Puigdemont. El líder de ERC considera que quizá "quien esté más contento con esta prórroga presupuestaria sea el ministro Montoro porque a él le da una serie de mecanismos para controlar el gasto del gobierno de Cataluña". La oposición a los presupuestos de sus socios parlamentarios también tiene "consecuencias gravísimas para el despliegue de algunas estructuras fundamentales de estado".

El conseller de Economía considera que los anticapitalistas debe definirse y aclarar si será un socio fiable para Junts pel Sí. "La CUP debe decidir qué quiere ser", apunta Junqueras, que tercia así en la división interna en el seno de la formación, puesta en evidencia con la dimisión de seis de los quince miembros de su dirección. Esta fractura acrecienta la inseguridad de Puigdemont, que el septiembre deberá someterse a una cuestión de confianza sin conocer la posición de quienes pueden provocar la convocatoria de nuevas elecciones en Cataluña.

Junqueras se suma a la propuesta de diversos sectores soberanistas de celebrar un referéndum unilateral de independencia. Ese referéndum "sería lo que a nosotros nos parecía que había que haber hecho ya la primera vez", en alusión a la consulta del 9N. la consulta debe llevarse a cabo "con todas las consecuencias, con toda la plenitud legal y todos los mecanismos que corresponden a un referéndum" para lograr la independencia. Ese referéndum "deberá ser unilateral porque pactado con el estado español" no podrá llevarse a cabo.

Un 65,2 % de los encuestados en un sondeo que ayer publicaba el diario La Vanguardia consideran que, tras el 26J, el gobierno catalán y el nuevo ejecutivo central deberían negociar para mejorar el autogobierno, aunque eso suponga aparcar la reivindicación independentista.