El rechazo frontal del PSOE a facilitar la investidura de Rajoy empieza a presentar fisuras. A la espera del Comité Federal que el próximo 9 de julio fijará la posición del partido, algunos "barones" se muestran dispuestos a discutir fórmulas que permitan desbloquear la legislatura sin un exceso de compromiso político. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara sugirió ayer, sobre la base de un acuerdo de PP y Ciudadanos, la posibilidad de "una mínima abstención de última hora" en el supuesto de que Rajoy no consiga sumar los votos del PNV. "Cuando digo mínima digo la estrictamente imprescindible", matizó Fernández Vara, lo que apuntaría a que hasta siete diputados socialistas pudieran ausentarse del hemiciclo o votar abstención si el PP no consiguiera el respaldo de los nacionalistas vascos y canarios. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considera que si Rajoy estuviera "dispuesto a aceptar las condiciones" que hoy rechaza, el PSOE podría facilitar la formación de gobierno. En esa misma línea de poner exigencias, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, advierte de que no habrá abstención si Jorge Fernández Díaz sigue de ministro.

Entre los más beligerantes contra todo apoyo figura el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien afirma que "nunca verá razonable" que su partido facilite la investidura de Rajoy, ni siquiera por la vía de la abstención. Sectores socialistas no descartan que la decisión final se someta a una consulta de la militancia.