Mariano Rajoy se someterá a un debate de investidura aunque no tenga garantizado salir de él como presidente del Gobierno. Confía en que la abstención de los socialistas, que mantienen su rechazo a facilitarle la presidencia por ninguna vía, desbloquee la situación política.

El encuentro con los representantes de Coalición Canaria, cuyo único voto puede servirle al PP para acercarse a una mayoría precaria en el Congreso, sirvió ayer para dibujar el escenario de las próximas semanas. Una vez que las Cortes se constituyan , el próximo 19 de julio, el Rey comenzará a recibir a los representantes de los distintos grupos parlamentarios. De esas entrevistas saldrá, previsiblemente, la encomienda a Rajoy de que forme Gobierno. A diferencia de lo ocurrido en la pasada legislatura, cuando el líder del PP rechazó el encargo real, un Rajoy "optimista pero realista", según sus interlocutores canarios, anticipa que esta vez sí aceptará. Su pretensión es que el debate de investidura se produzca en los últimos días de julio y, de salir elegido, habría Ejecutivo a comienzos de agosto. Pero los populares consideran muy probable que la candidatura de Rajoy no prospere en los primeros intentos.

Con el debate sobre el candidato a presidir el Gobierno empiezan a correr los tiempos de la legislatura. Desde la primera sesión hay un plazo de dos meses para investir al presidente. De no lograrlo habría unas terceras elecciones, algo que todos los partidos coinciden en rechazar.

De darse esa situación, Rajoy confía en que, tras los primeros reveses, la amenaza de unos nuevos comicios ablande el rechazo que encontrará en la Cámara. Si se cumpliera esa previsión, es posible que hubiera un Gobierno en septiembre.

Eso plazos complican severamente el calendario político al retrasarse la elaboración de los presupuestos del próximo año, en los que se fija, entre otras cuestiones, el techo de gasto, lo que tiene el efecto de entorpecer también la preparación de las cuentas de éstas para 2017, preocupación que ayer pusieron en evidencia los representantes canarios. El líder del PP es consciente de que hay cesiones que tendrá que "poner sobre la mesa para que otros se abstengan", según Coalición Canaria, aunque el encuentro de ayer no permitió calibrar el grado de renuncia a su programa al que Rajoy está dispuesto a llegar para alcanzar la Presidencia.

El aspirante mantendrá hoy encuentros con los nacionalistas catalanes de ERC, que anticipan el rechazo a apoyarlo, y los vascos del PNV, que plantean importantes exigencias.