El consejo ciudadano de Podemos se reúne hoy sábado para analizar el escenario político tras el 26-J y las razones de la pérdida de más de un millón de votos respecto al 20-D. La reunión servirá también para abrir el debate que definirá el papel de la formación en el nuevo ciclo, en el que tendrán que funcionar como un "partido normal".

Para lo que no parece que la dirección de Podemos tenga prisa es para convocar la asamblea ciudadana estatal, el máximo órgano decisorio del partido, antes de tiempo. Esa suerte de congreso extraordinario debe celebrarse, a lo más tardar, en octubre de 2017; pero tras el fiasco de los comicios del pasado 26 de junio, destacados dirigentes del partido barajaron abiertamente la posibilidad de adelantarlo.

No será así, finalmente, porque Podemos quiere tener un debate "sosegado" y no siente ninguna presión para acelerarlo, sino más bien la necesidad de enfriarlo. "No tenemos ninguna presión específica. La asamblea podría llegar a producirse a mediados de 2017, pero yo creo que debería ser antes", dijo ayer el secretario general, Pablo Iglesias.

Iglesias cree que los dirigentes de Podemos tienen ahora la tarea de "buscar una fecha razonable", si bien lo realmente importante es abrir un debate "sosegado" que sirva para iniciar "los trabajos para esa nueva asamblea ciudadana" en la que el partido terminará de definir "su estrategia de los próximos años".

"Todos reconocemos que hace falta un proceso de debate lo más rico y más pausado posible. No hemos tenido nunca la posibilidad de debatir con calma", señaló, por su parte, la jefa de gabinete de Iglesias y diputada por Madrid, Irene Montero.

"No hemos hablado de fechas, es verdad que tiene que ser más pronto que tarde", reconoció el secretario de Organización, Pablo Echenique.

Así las cosas, el consejo ciudadano, que integran unos 80 dirigentes, dará inicio hoy a ese proceso de reflexión "sosegada" y lo hará con varios informes sobre la mesa.

El primero, el del propio Iglesias, sobre el nuevo escenario político y los desafíos a los que se enfrenta el partido tras las elecciones del 26-J, que debe conciliar su función institucional en el Parlamento sin perder su conexión con la calle.

También el secretario político, Íñigo Errejón, muy crítico con la alianza con IU, hará balance de la campaña electoral, en la que algunos pesos pesados del partido -entre ellos, uno de sus fundadores, Juan Carlos Monedero- creen que ha "faltado calle".

De las razones que motivaron la caída de Podemos hablará el informe de la secretaria de análisis y programa, Carolina Bescansa, quien ya ha avanzado dos conclusiones: que la gran sorpresa fue la subida del PP y que Podemos no movilizó a ciudadanos que el 20-D sí acudieron a las urnas por el "efecto miedo".