La ronda de consultas ha concluido y la mayoría de los barones territoriales del PSOE lo tiene claro: el partido debe quedarse en la oposición. Sólo tres de ellos, el catalán Miquel Iceta, la balear Francina Armengol y el castellano-leonés Luis Tudanca, sugieren a Pedro Sánchez que intente formar Gobierno si Mariano Rajoy fracasa en el intento.

El presidente del Principado y líder de los socialistas asturianos, Javier Fernández, que se reunió ayer con Sánchez, no quiso desvelar el contenido de su conversación: "Lo que yo hablo con el secretario general se queda entre él y yo", se limitó a decir.

Sin embargo, Fernández ya señaló en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, el pasado domingo, 3 de julio, que no cabe llegar a unas terceras elecciones, que Rajoy debe procurarse sus apoyos sin contar con los socialistas y que el PSOE necesita "reconstruirse" desde la oposición.

En ese mismo discurso abundaron todos los barones que, de manera bilateral, se fueron reuniendo con Sánchez ayer desde la mañana hasta la tarde, una tanda de encuentros que cerró la presidenta andaluza, Susana Díaz, en una entrevista que duró minutos. El PSOE debe estar en la oposición y "no ser cómplice" de un gobierno del PP, dejó dicho.

Así, Sánchez y sus dirigentes territoriales coinciden en que hay que votar "no" a la investidura de Rajoy. Habrá unanimidad, pues, en el comité federal de hoy. Otra cosa es lo que debe pasar en el futuro y en caso de que el líder del PP fracase.

A su paso por la sede, todos los barones insistieron en que no pueden apoyar al PP y en que debe ser Rajoy el que se mueva para intentar formar gobierno. De hecho han cargado contra el presidente, como hoy hará también Sánchez, por su actitud durante estas dos semanas, en las que creen que no ha hecho nada por buscar acuerdos.

"Abstención mínima"

Incluso el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que la semana pasada se desmarcó apuntando a una "abstención mínima" si hiciera falta para facilitar un gobierno del PP, cargó este viernes contra Rajoy, tras verse con Sánchez, por no dar siquiera "un pasito para intentar formar gobierno".

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cree que el no al PP es "claro", aunque no quiso calificarlo de "definitivo", como sí han hecho otros compañeros. Eso sí, después de apuntar que el PSOE podría analizar su posición "con otro sosiego y con otro concepto" si Rajoy acude a su investidura con el apoyo de otros partidos, apuntó que no ve nada que le haga pensar que el PP vaya a hacer movimientos que le lleven a "cambiar su criterio".

Por el contrario, la postura de la presidenta balear, Francina Armengol, que el pasado miércoles abrió un debate al defender que si Rajoy fracasa, es el turno de que Sánchez lo intente de nuevo, sólo ganó ayer la adhesión del líder en Castilla y León, Luis Tudanca. Aunque tampoco la descarta el líder del PSC, Miquel Iceta.