EH Bildu ha participado por primera vez en 19 años en el homenaje que el Ayuntamiento de Ermua tributa al edil del PP Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA el 13 de julio de 1997.

Los dos concejales de esta formación en Ermua, Pául Yarza y Mireia Arginzoniz, junto al secretario general de EA y parlamentario de EH Bildu, Peio Urizar, han acudido hoy a este acto de reconocimiento.

En el homenaje, tributado frente al monolito que recuerda en Ermua a todas las víctimas del terrorismo, el Consistorio de esta localidad ha honrado también por primera vez la memoria de otro vecino de esta localidad asesinado por ETA, el peluquero Sotero Mazos Figueras, tiroteado de muerte en Eibar en 1980.

Junto al alcalde, el socialista Carlos Totorica, y representantes de todos los grupos municipales de Ermua, el homenaje a ambos vecinos de esta localidad asesinados por la banda terrorista ha contado con una amplia representación de partidos e instituciones en favor de la memoria y las víctimas.

Así, han acudido José Antonio Pastor, portavoz del PSE-EE en el Parlamento vasco; el presidente del PP de Bizkaia, Antón Damborenea; el coordinador de UPYD, Gorka Maneiro; y el portavoz de Ciudadanos en Euskadi, Nicolás de Miguel.

También han asistido en representación del Gobierno Vasco Jonan Fernández, secretario general por la Paz y la Convivencia; Mónica Hernando, directora de Víctimas y Derechos Humanos; y Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la Memoria Gogora; así como dos hermanos de Sotero Mazos.

Durante el homenaje, el Ayuntamiento ha descubierto una placa en memoria del concejal del PP y el peluquero asesinados por ETA, en cuya memoria se han depositado también rosas.

Totorica ha explicado que el homenaje trata de ayudar a paliar "un poco" el "dolor inmenso y constante" que han dejado ambos asesinatos en los familiares y amigos de estas víctimas.

En este sentido, ha explicado que el Consistorio reparó hace dos años, tras una información remitida por el Gobierno vasco, en que además de Miguel Ángel Blanco había otra víctima de ETA del municipio, que hasta entonces no había sido objeto de un "merecido reconocimiento".

En su intervención, el alcalde ha censurado que estos asesinatos no fueron "aislados", sino que formaron parte de los más de 800 perpetrados por ETA a lo largo de más de cuarenta años.

Totorica ha señalado que Euskadi vivió en estas cuatro décadas un "Estado paralelo", donde quienes manifestaban públicamente no ser nacionalistas eran "denunciados con carteles amenazadores, dianas en las paredes donde ponían nuestros nombres o en periódicos como Gara o Ardi Beltza".

"Un Estado paralelo conformado no sólo por ETA, también por HB y una red de colectivos y asociaciones que controlaron a todo ciudadano que disentía en cualquier ámbito. Un Estado paralelo que durante más de cuarenta años dio lugar a un miedo, parálisis y frustración brutales en la sociedad", ha asegurado.

A su juicio, la situación cambió tras el asesinato de Blanco, cuando el "hartazgo por la injusticia de la violencia y a asfixia de la falta de libertad" se transformaron en movilización social.

"A partir de entonces, la violencia dejó de ser útil para conseguir objetivos políticos convirtiéndose en un lastre para los totalitarios", ha señalado.

En este sentido, ha recordado que "fue la movilización ciudadana, la ley de partidos y el Estado de Derecho quienes derrotaron a ETA política y militarmente".

Por último, ha dicho a la banda terrorista que "seguimos y seguiremos exigiéndoles que se disuelvan de forma inmediata y definitiva y que pidan perdón por su pasado, por un pasado en el que se produjo un enorme daño a las víctimas, las familias, la libertad y la pluralidad en el País Vasco".