Junts pel Sí (JxS) y la CUP acordaron ayer que para "completar la desconexión" con el Estado, habrá un referéndum unilateral de independencia y que se aplicará después de convocar una eventual Asamblea Constituyente en Cataluña. Este acuerdo queda plasmado en uno de los puntos de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente que se reunió ayer en el Parlament, después de que ambos grupos independentistas -que cuentan con mayoría absoluta- consensuaran sus respectivas propuestas acerca de los mecanismos del "procés" en un solo documento de once puntos.

El documento detalla las tres fases que compondrían el proceso constituyente: una primera de proceso participativo, una segunda de desconexión con el Estado y convocatoria de elecciones constituyentes y una tercera de ratificación mediante un referéndum. El séptimo punto indica que "después de la fase de participación ciudadana se completará la desconexión con la legalidad del Estado español a través de la aprobación de las leyes de desconexión por parte del Parlament de Catalunya, un mecanismo unilateral de ejercicio democrático que servirá para activar la convocatoria de la Asamblea Constituyente".

Además se incluye una declaración de carácter preventivo ante la posibilidad de suspensiones por parte del Tribunal Constitucional (TC), al indicar que "las leyes de desconexión no son susceptibles de control, suspensión o impugnación por parte de ningún otro poder, juzgado o tribunal".

El texto sirve para limar las diferencias de ambos partidos sobre la consulta unilateral, que amenazaban con dejar en minoría al president, Carles Puigdemont, en la moción de confianza que se vota en septiembre.