Cuando ayer propuso "una nueva ley electoral", Ciudadanos sólo estaba "enumerando principios". Puntos de partida, metas sin propuesta cerrada de itinerario. La condición recién impuesta en la negociación para la formación de gobierno no ha descendido aún al detalle del mecanismo para conseguir el triple objetivo marcado de aumentar la "proporcionalidad", "desbloquear las listas electorales para acrecentar la cercanía entre el votante y el elegido" y suprimir el "fiasco" que ha supuesto el voto rogado para los electores residentes en el extranjero.

Hablando de su idea de proporcionalidad, fundamentada en el deseo de "igualar el valor de los votos", y de las posibles afecciones a la representación parlamentaria de los territorios, el diputado asturiano de Ciudadanos Ignacio Prendes, vicepresidente primero del Congreso, descarta el debate por prematuro y precisa que para llegar hasta allí "hay distintos caminos y varias vías", dice que "no hay un formato único" y que la discusión aún no ha pasado del esbozo muy genérico de los objetivos.

El camino del cómo está por hacer, afirma el parlamentario gijonés, cuyo partido tiene sobre la mesa en la Junta General del Principado una propuesta de reforma que puede ir "en la línea" de lo que Ciudadanos quiere para España, aunque la evidencia le dice que los principios de la proporcionalidad electoral no son equivalentes en la escala regional y en la nacional. "Habría que adaptarlos", persevera. En Asturias, la oferta combina la designación de 35 de los 45 diputados por el método actual en tres circunscripciones y los diez restantes en demarcación única a partir de los "restos" de votos no asignados a escaño.

Para llegar hasta la meta de "garantizar que el valor del voto sea igual en toda España", no obstante, "no hay una fórmula única", remarca.