Mariano Rajoy asegura que no pedirá "nada a nadie" porque "todo el mundo tiene el conocimiento suficiente para saber lo que se necesita en España en estos momentos". Con esa disposición afronta el líder del PP el proceso hacia su investidura, temeroso de que "no se pueda formar gobierno y que tengamos que ir a unas terceras elecciones a finales de diciembre". Un nuevo llamamiento a las urnas "sería una magnífica forma de que todos hiciéramos el ridículo", señalaba ayer el presidente en funciones tras finalizar su paseo matutino por la Ruta del Agua y la Piedra en Ribadumia, Pontevedra, en compañía de José Benito Suárez, presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y marido de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

Rajoy se resiste a "adelantar acontecimientos" a la espera de someter el miércoles próximo al Comité Ejecutivo Nacional de su partido las condiciones impuestas por Ciudadanos y no aclara la posibilidad de que el órgano del partido opte por responder al partido de Rivera con una serie de propuestas alternativas.

El líder de Ciudadanos se esforzaba ayer, a través de un artículo de prensa dirigido a "mis compatriotas socialistas", en forzar el cambio de postura del PSOE para que abandone el rechazo frontal a Rajoy y se abra a la abstención en el debate de investidura para después unir fuerzas en la oposición al Gobierno del PP. "En política, como en otras facetas de la vida, muchas veces nos toca escoger entre la solución mala y la menos mala. Los españoles no han querido que el cambio llegue al Gobierno de España aún, pero ha llegado al Congreso, y desde una oposición responsable y no populista, tanto el PSOE como Ciudadanos podemos desempeñar un papel clave para la estabilidad y el progreso de España", escribe Rivera.

El líder de la formación naranja admite que en su partido "no nos gusta el actual Gobierno ni creemos que Mariano Rajoy sea la persona adecuada para liderar una nueva etapa", pero "han pasado casi 300 días desde que se convocaron las elecciones del 20D" y considera llegado ya el "momento de preocuparse y ocuparse más que nunca, para enderezar el rumbo perdido en la última década".