El líder del PSOE, Pedro Sánchez, tiene la agenda libre esta semana y mantendrá, en principio, el mutismo en el que se encerró después de sus última comparecencia pública, tras reunirse con Rajoy el 2 de agosto, hace ya quince días. En este tiempo, han sido segundos espadas, como Antonio Hernando, Óscar López o Meritxell Batet, los encargados de consolidar la posición socialista de rechazo a Rajoy. Una postura que no han conseguido romper ni siquiera los llamamientos de los expresidentes González y Zapatero a buscar una salida. Desde el PSOE se justifica el silencio de Sánchez aduciendo que "no ha cambiado ni va a cambiar de opinión, por lo que no tiene nada nuevo que decir".

Frente a esa posición, Rajoy persiste en lo que su entorno consideran el "magistral" manejo de los tiempos y trata de forzar un cambio de postura de los socialistas con su resistencia a fijar la fecha de la investidura.

El único órgano del PSOE que se reunirá en los próximos días será la Comisión Federal de Listas para aprobar las candidaturas de las elecciones gallegas y vascas.