El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, consiguió ayer batir todas las expectativas generadas sobre el nivel de indefinición que podría alcanzar tras su reunión con el comité ejecutivo del PP. Rajoy compareció para anunciar que tiene carta blanca de su partido para negociar su investidura con Ciudadanos (C's), pero sembró perplejidad al afirmar que en la reunión popular no se habló de las seis condiciones previas impuestas por el partido naranja.

Rajoy no se pronunció sobre la fecha de la investidura, que, anunció, quiere consultar con el líder socialista, ni sobre la posibilidad de presentarse ante el Congreso sin votos para ser investido. Eso no fue sorpresa. No puede decirse lo mismo del "no hemos hablado de las condiciones" con el que resumió una reunión que, según el mismo había anunciado en un tuit el pasado día 10, fue convocada, precisamente, para someter a la aprobación del comité ejecutivo las exigencias de Albert Rivera.

El planteamiento que hizo a la prensa Rajoy, quien hoy se entrevistará a la una con el líder de C's, fue sencillo. El candidato dio por sentado que la carta blanca es suficiente para empezar a negociar la investidura -a la que añadió el techo de gasto, los Presupuestos y el déficit- y precisó que, en esa negociación, "podemos aceptar muchas cosas, o no".

La salida escogida por Rajoy no sólo contradijo las declaraciones previas de varios dirigentes populares, que daban por sentado un sí con matices, sino que sentó muy mal a los dirigentes de C's. Estos esperaban una respuesta clara y habían reforzado sus exigencias con el rechazo a cualquier tipo de "matices". Es más, los responsables de C's daban hasta tal punto por sentado que habría un pronunciamiento claro sobre sus exigencias, que el martes habían puesto todo el énfasis en que, además de un sí, querían una fecha para la investidura.

"Nos sorprende haber perdido estos siete días, porque para esto no hacía falta", se quejó en una comparecencia el "número dos" de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien instó a Rajoy a "mojarse" y "tomar decisiones".

Villegas no lograba explicarse las causas de la indefinición popular, pero no dejó de resaltar que hasta que Rajoy no "firme" las seis condiciones de C's no habrá negociación. "Si no acepta las seis condiciones, estará demostrando su incapacidad para sumar algún apoyo a su investidura", advirtió, para, acto seguido, precisar que si el líder popular no se mueve, C's volverá a sus posturas de partida: votar no en la primera ronda y abstenerse en la segunda.

El dirigente naranja no dio por rota la negociación -"no podemos romper lo que no se ha iniciado"-, pero especuló con la posibilidad de poner una fecha límite a su oferta de apoyo. Villegas estimó posible que el paso adelante que no dio ayer Rajoy lo dé en su reunión de hoy con Rivera. Con todo, no ahorró una dura crítica hacia la presidenta del Congreso, Ana Pastor, al considerar que incumple la ley por no fechar la investidura.