Ciudadanos aprovechó ayer el paréntesis del fin de semana para pedir al PP que abra su mente a "reformas profundas" si quiere que la negociación emprendida el viernes desemboque el próximo día 31 en un voto positivo a la investidura de Mariano Rajoy. La formación de Albert Rivera quiere incorporar a su acuerdo con los populares medidas económicas y sociales -rescatadas de su pacto de la pasada legislatura con el PSOE- que permitan a este justificar una abstención a la que los socialistas se niegan y sin la que el primer intento de reelección del Presidente en funciones está condenado al fracaso.

Así lo advirtió ayer el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas, quien llamó al PP a abandonar "el inmovilismo", porque, de lo contrario, señaló, "no habrá Gobierno ni estabilidad". Villegas insistió en que "los españoles votaron cambios y, si se quiere contar con Ciudadanos, el programa de Rajoy tendrá que incluir propuestas de cambio".

El dirigente naranja llamó la atención sobre el hecho de que la negociación va a ser corta, ya que en una semana, la próxima, "tiene que estar cerrada". De ahí que haya emplazado al PP a demostrar que tiene "flexibilidad suficiente".

Las propuestas de reforma de Ciudadanos se dividen en cuatro bloques: crecimiento económico y consolidación de la recuperación; reparto justo del crecimiento y políticas sociales; reformas institucionales y regeneración democrática. En estos dos últimos apartados es donde encuentran su acomodo las seis condiciones recogidas en el pacto firmado esta semana por las dos formaciones: separación de cargos electos imputados (investigados) por corrupción; eliminación de los aforamientos; eliminación de los indultos a condenados por corrupción; reforma de la ley electoral; limitación de los mandatos del Presidente a dos legislaturas y apertura de una comisión parlamentaria de investigación sobre la financiación ilegal del PP. Todas estas condiciones están supeditadas a que Rajoy sea investido y cuentan con un plazo de tres meses para su ejecución a partir de la reelección del líder popular.

Fuentes populares han hecho saber que Rajoy está dispuesto a hacer concesiones -que no precisaron-, pero pretende mantener incólume su reforma laboral, que C's quiere modificar. Esa sería la razón de que la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, esté entre los negociadores populares, en unión de José Antonio Bermúdez de Castro, Fernando Martínez Maillo, José Luis Ayllón, Dolors Monserrat y Álvaro Nadal.

Este último, jefe de la oficina económica del presidente del Gobierno, tendría como misión impedir que las reformas que se pacten se disparen hasta los 50.000 millones de euros en los que en su día se cifró el coste del pacto del PSOE y Ciudadanos. Por parte de estos últimos los negociadores son, además del propio Villegas, el "gurú" económico de la formación, Luis Garicano; Miguel Gutiérrez, Toni Roldán, Melisa Rodríguez, y el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta.

Rajoy, que de nuevo pasa el fin de semana en su feudo vacacional de Sanxenxo (Pontevedra), hizo de nuevo un llamamiento a la abstención del PSOE. El líder popular pidió a los socialistas "sentido común", porque, una vez que los españoles han hablado, "esto no se aguanta más". Para Rajoy, "lo que no podemos es estar sin Gobierno", ya que, una vez que los españoles han hablado, "es una situación absurda que puede acabar haciendo daño al país".