Unos 40 inmigrantes subsaharianos entraron ayer en Melilla después de que un grupo de 150 asaltara sobre las 6:45 horas la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma de Marruecos. Efectivos de la Guardia Civil y de las fuerzas de seguridad marroquíes lograron contener al resto de los asaltantes, según fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma. Las fuentes indicaron que no hay constancia de heridos ni entre los inmigrantes ni entre los guardias civiles. Algunos de los inmigrantes, que llegaron a la Jefatura Superior de Policía de Melilla al grito de "bossa, bossa" -un canto de victoria- relataron que llevaban tres meses en Marruecos y habían tardado dos días en alcanzar la valla bajando desde el cercano monte Gurugú. Explicaron que en su mayoría proceden de Guinea, Burkina Faso y Gambia.