El PP y Ciudadanos reanudan hoy, tras la primera toma de contacto del pasado viernes, la negociación del pacto que, de fructificar, llevaría a la formación naranja a dar su apoyo al candidato popular, Mariano Rajoy, en la sesión de investidura del martes y el miércoles de la próxima semana. La vuelta a la mesa de diálogo estuvo precedida ayer, domingo, de nuevas presiones al PSOE para que gire hacia una abstención sin la que el presidente del Gobierno en funciones no tiene posibilidades de alcanzar la investidura.

Desde la provincia de Pontevedra, donde ha pasado el fin de semana, Rajoy lamentó que hasta ahora no le haya sido posible negociar con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, con el que ni siquiera ha podido mantener una interlocución fluida. El Presidente expresó su esperanza en que la situación cambie, para tener Gobierno y "no generar más problemas de los que la vida nos trae".

En una conversación con la prensa tras una de sus habituales caminatas por las orillas del Umia, Rajoy se quejó de que Sánchez haya extendido a los futuros Presupuestos para 2017 el rechazo que hasta ahora limitaba a la investidura. "Ni siquiera sabe cuáles van a ser", espetó un Rajoy que, desde el pasado diciembre, se ha lamentado una y otra vez de la negativa al diálogo exhibida por el secretario general del PSOE.

En cuanto a la eventualidad de que, en caso de no salir investido, los socialistas pudieran intentar una alternativa junto a Podemos y otras fuerzas, Rajoy admitió que es posible desde un punto de vista aritmético (sumando a los independentistas), pero advirtió de que sería una iniciativa "bastante disparatada".

Siempre desde las filas del PP, su vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, pidió a Sánchez que "vuelva de vacaciones para pensar en los españoles y no para pasar de los españoles" y, en irónica alusión a los Juegos Olímpicos que ayer se cerraron en Río de Janeiro, proclamó que España no se merece tener "el récord olímpico" de repetición de citas con las urnas.

Desde el otro lado de la mesa negociadora, también Ciudadanos repitió sus ejercicios de presión sobre los socialistas. Tras advertir los naranjas el sábado al PP que quieren "reformas profundas" que justifiquen el paso del PSOE a la abstención, su portavoz en el Parlamento catalán, Carlos Carrizosa, pidió ayer a Sánchez que haga "un sacrificio" y facilite la investidura de Rajoy, aunque no le guste.

"Muchos españoles votan a los políticos y a los partidos con la nariz tapada, porque creen en la democracia a pesar de que no les guste lo que hay en los partidos", dijo Carrizosa. "De la misma forma, Sánchez tiene que hacer el sacrificio, aunque no le guste Rajoy, que a nosotros tampoco nos gusta, de hacer aquello que beneficia a los intereses generales y a la democracia española", añadió.

El dirigente naranja reclamó además al secretario general del PSOE que deje de enviar el mensaje de que los españoles tienen que repetir las elecciones "hasta que salga algo que a él le guste de las urnas".