El PP y Ciudadanos superaron ayer el bloqueo de las negociaciones y abrieron la posibilidad de alcanzar este fin de semana un acuerdo que garantice a Mariano Rajoy, el próximo miércoles, el voto favorable de los 32 diputados de la formación naranja para su investidura como presidente del Gobierno. Los populares accedieron a cuantificar y comprometer el coste de algunas de las medidas sociales que propone el partido de Albert Rivera, ante el ultimátum lanzado por su segundo, Juan Carlos Girauta, de que esta noche concluye el plazo para cerrar un pacto. El propio Rivera reclamó la mediación de Rajoy para sacar del atolladero unas conversaciones que, en apariencia, amenazaban con encallar de forma definitiva.

Por contraste con sus propuestas sociales, los avances en las reformas institucionales distan mucho de la pretensión de Ciudadanos de suprimir las diputaciones y el Senado.

El PP confiaba en haber alcanzado un acuerdo ayer y, algunos de sus negociadores, achacaban a un afán de Ciudadanos de escenificar cierta dureza su resistencia a cerrar un acuerdo del que "sólo quedan flecos". Sin embargo, el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, apuntaba a que las posturas seguían "muy separadas" y los avances son "insuficientes".

Los compromisos entre la formación naranja y los populares servirán para redoblar un presión sobre el PSOE que, hasta ahora, ha resultado inútil. Mariano Rajoy espera tener el acuerdo sobre la mesa para llamar a Pedro Sánchez e instarle a que se sume a lo pactado. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, apeló ayer a los socialistas en términos trascendentes al alertar de que unas terceras elecciones generales "harían daño al sistema". En respuesta a las pretensiones del PSOE de modificar la normativa electoral para evitar un llamamiento a las urnas el día de Navidad, Sáenz de Santamaría considera que "la mejor manera de solucionar la fecha de unas terceras elecciones es que no las haya".

Con la mirada ya puesta en el día después del fracaso de Mariano Rajoy, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, apuntaba ayer que lo que dificulta una negociación con los socialistas posterior a la investidura fallida "es un partido en el que hay luchas internas" entre quienes quieren dejar gobernar a los populares y los que se oponen. El líder de Podemos propone al PSOE negociar "una alternativa" al PP, para la que reconoce que resulta inevitable "buscar un acuerdo con fuerzas políticas del ámbito catalán y vasco".

Gaspar Llamazares, portavoz de Izquierda Abierta, pidió ayer a la ciudadanía a través de un comunicado que "reaccione y presione en la dirección adecuada" para evitar un nuevo Gobierno de los populares. Para Llamazares, la situación exige una "movilización de la sociedad civil por un cambio de dignidad democrática y sensibilidad social".