"La situación por la que atravesaban las niñas era límite; no estaban bien con su madre, se lo aseguro; yo sólo recibía de ellas llamadas de socorro; [Diana] estaba en un momento especialmente vulnerable". Éstas son algunas de las duras manifestaciones realizadas ayer por Juan Carlos Quer, padre de Diana, la joven de 18 años a la que se perdió la pista en A Pobra do Caramiñal el 22 de agosto. Palabras que evidencian la tensa y mala relación de este hombre con su exesposa y madre de la chica, y que se producen tras trascender que el Juzgado de Instrucción 2 de Ribeira retiró a esta mujer la custodia de su hija menor Valeria. Aunque el progenitor incidió en que este proceso legal no tiene "nada que ver" con la desaparición de Diana, lo cierto es que este giro sorpresivo en la situación familiar se produce en plena búsqueda de la chica. Y la madre de la joven, Diana López-Pinel, también se pronunció a través de una carta a los medios de comunicación. Tras manifestar su "tristeza", "angustia" y "sufrimiento" por la desaparición de su hija, afirmó: "¿Ni siquiera en este momento de ausencia pueden determinadas personas dejar una guerra que nunca debería haber existido y que ha hecho tanto daño? Mi única preocupación es que [Diana] aparezca".

Tras trascender la noticia sobre la retirada de la custodia de Valeria a su madre, Juan Carlos Quer explicó que fue una decisión adoptada "de oficio" por el juzgado tras recibir informaciones "de algún estamento oficial" acerca de un posible riesgo de la integridad de la joven "desde el punto de vista de su salud física y mental". "Por eso el juzgado determinó la retirada provisional de la custodia", afirmó el padre de Diana. Para este hombre, la medida llega "muy tarde". Tras revelar que ya había emprendido acciones legales para conseguir la custodia de sus dos hijas ya que la situación que "atravesaban las niñas" era "límite", añadió que nunca obtuvo resultado, lo que calificó como una "actuación desatinada de los tribunales".

Y es que el padre de Diana y Valeria fue contundente, en declaraciones a 'La Sexta', al señalar que "no estaban bien con su madre". "Yo sólo recibía de ellas llamadas de socorro", reveló, agregando, en el caso de Diana, que estaba en una situación "de absoluta vulnerabilidad" ante "cualquier circunstancia". El hombre, que definió su proceso de divorcio como "terrible", dijo que estuvo tres horas declarando en Ribeira en relación con la custodia, si bien señaló que ahora había que hacer un "paréntesis" en ese tema para centrarse en "lo importante", la búsqueda de su hija: dijo que la investigación se está extendiendo, en medios y radio geográfico. "Diana podría estar en cualquier parte", aseguró.

La madre

Y la madre de Diana se pronunció ayer, en una carta a los medios. "Mi corazón no alcanza a entender nada de lo que está pasando a mi alrededor en estos momentos", dijo. "[...] tener a tu hijo lejos y no saber si está vivo no es puede explicar con palabras, es un sentir", añade. Y alza la voz, en representación de Diana, para decir que "todo esto no le parecería nada bien". "Ni la gente que ha salido diciendo ser su amiga, ni el amigo que dice haber sido algo más, ni las supuestas discusiones que no fueron, y por supuesto, y mucho más importante: sentiría vergüenza de ver que se están anteponiendo temas que nada tienen que ver con ella, ni con su edad, ni con su vida, como son los relacionados con juzgados y demás cosas de pareja que no tienen que afectarle". Y concluye: "Diana es una niña todo corazón y ahora no está. ¿Ni siquiera en este momento de ausencia pueden determinadas personas dejar una guerra que nunca debería haber existido y que ha hecho tanto daño? Mi única preocupación es que aparezca".

El portavoz de la madre negó que Valeria corriese "riesgo" con la mujer, afirma que el auto que le da la custodia al padre se debe a "discusiones normales" por la separación y señaló que un juzgado de Madrid denegó hace un año la custodia al padre.