La CUP anunció ayer que sus diez diputados no dejarán caer al presidente catalán, Carles Puigdemont, cuando el próximo día 28 se someta a una cuestión de confianza en el Parlament. "No hay motivos para convocar nuevas elecciones", dijo la diputada Anna Gabriel en una entrevista en la televisión autonómica.

Además, reveló que la CUP se reunirá esta misma semana con el área de Economía del Gobierno catalán para empezar a negociar los Presupuestos de 2017.

Puigdemont anunció que se sometería a una moción de confianza después de que en junio los "cuperos" votaran en contra del proyecto de Presupuestos para este año, lo que obligó al Gobierno de Junts pel Sí (JxS) a retirarlo y a prorrogar las cuentas del año anterior.

La razón aducida fue que las cuentas para 2016 no eran de corte "secesionista", sino aún "autonómico". Las relaciones entre la CUP y JxS se tensaron, y amenazando veladamente con dejar caer a Puigdemont, los "cuperos" han conseguido llevar a JxS al terreno de la ruptura unilateral y forzarle a diseñar un plan que deja abierta la posibilidad de culminar la legislatura con un referéndum de independencia, con o sin el consentimiento del Estado.

Logrado su objetivo, la CUP se aviene ahora a mantener a Puigdemont en la Presidencia de la Generalitat. Pero, igual que en junio, reclama que los nuevos presupuestos "reflejen la voluntad de ruptura con el Estado" y que incluyan partidas que para la formación anticapitalista son de "sentido común", como las referidas -precisamente- al referéndum unilateral o para dotar a las "estructuras de Estado".

En la reunión que mantuvieron con Puigdemont el viernes, que Gabriel juzgó "positiva" porque "tuvimos la oportunidad de hablar sin contaminación del entorno", la CUP y el presidente de la Generalitat constataron su voluntad de culminar la legislatura con los objetivos con que se inició, es decir, con la celebración de unas elecciones "constituyentes" y de un referéndum para votar una "constitución catalana".

Sin embargo, la diputada "cupera" recordó que su formación es partidaria de finalizar la legislatura con un referéndum que "será unilateral porque el Estado español nos aboca a ello". Con todo, Gabriel no supeditó el "sí" de la CUP a los nuevos presupuestos a la convocatoria de esa consulta. "Entiendo que la Generalitat no quiera convocarla sin tener todas las garantías", dijo.