Se está manipulando el sentido de la abstención, Podemos es responsable de que Pedro Sánchez no sea presidente, no hay alternativa al PP sin dar juego a los independentistas y los partidos están poniendo en la picota al Rey, quien antes proponía a un candidato que ya había negociado sus apoyos. Así ve la situación de bloqueo que vive España para formar Gobierno Yolanda Gómez, catedrática Jean Monnet de la Unión Europea y directora de la Escuela Internacional de Doctorado de la UNED, quien afea a todos los líderes políticos interpretar a su antojo la Carta Magna para forzar su artículo 99, que ahora tendrá que ser retocado para evitar bloqueos similares. Gómez está perpleja por el comportamiento de los partidos, pero tiene algo muy claro: si los diputados ejercieran su voto en secreto ya tendríamos Gobierno desde hace meses. Sobre estos temas gira esta entrevista de Epipress con la catedrática de Derecho Constitucional de la UNED.

-Señora Gómez, ¿estamos abocados a unas terceras elecciones?

-No deberíamos de estarlo porque se ha logrado un acuerdo parlamentario de 170 votos que significa casi una mayoría absoluta en una Cámara de 350 escaños. Este número de votos supera el de otros gobiernos que han salido en minoría a lo largo de la Transición.

-¿Qué salida ve tras lo ocurrido en la segunda sesión de investidura?

-Eso depende de las fuerzas políticas. Yo soy claramente partidaria de que el PSOE se abstenga, permita un Gobierno en minoría y luego haga una oposición rigurosa.

-Pero Pedro Sánchez no parece muy dispuesto a aceptar esta solución que usted propone.

-Y lo comprendo porque esa solución le puede pasar factura al PSOE y por eso son reacios a tomar esa decisión.

-¿De qué forma trataría usted de convencer a Pedro Sánchez para que se abstuviese?

-El PSOE ahora tiene que diferenciarse del resto de los partidos. Un partido que ha gobernado España y al que le debemos un avance importantísimo en derechos fundamentales debe mostrar su capacidad de tomar decisiones que no son capaces de tomar Podemos o los partidos nacionalistas. Sería una posición institucional porque lo que está sucediendo es que la abstención se está equiparando al voto negativo.

-¿Por qué dura tanto este bloqueo político de España?

-Porque existe un elemento nuevo y es la posición política que han adoptado las fuerzas nacionalistas, sobre todo las catalanas con su reto independentista. Siempre se ha mantenido una reivindicación nacionalista, pero no se había dado el paso de romper con el ordenamiento constitucional. Las fuerzas políticas no se diferencian ahora sólo por la izquierda y la derecha, sino que se diferencian sobre todo entre los que respetan la Constitución y quienes no la respetan. Pedro Sánchez tiene que dejar claro que además de ser de izquierdas es de un partido que respeta la Constitución, algo que no hacen las fuerzas nacionalistas en Cataluña. La verdad es que toda esta situación me tiene perpleja.

-¿En qué sentido?

-Lo que veo en el Parlamento nacional es que hay unos que hablan para todos y otros que sólo atienden sus intereses particulares. No se pueden equiparar las fuerzas políticas que tienen un discurso global con las que sólo hablan de lo que les interesa a ellas.

-¿Quién tuvo la mayor responsabilidad en el fracaso de la investidura del candidato socialista Pedro Sánchez?

-Podemos, sin duda ninguna. Podemos votó en contra y ni siquiera se planteó la abstención. Podría haberse abstenido para evitar las segundas elecciones. Podemos frustró con su voto en contra la posibilidad de que hubiese un Gobierno socialista. Es verdad que Sánchez hubiera necesitado de alguna abstención más, pero si Podemos se hubiera abstenido igual se habrían abstenido los catalanes y Sánchez habría podido formar Gobierno con Ciudadanos.

-¿Y del fracaso del candidato Rajoy?

-En este caso, la responsabilidad es del PSOE. En ambos casos yo habría ido a la vía de la abstención porque técnicamente en derecho parlamentario abstenerse no es apoyar.

-Dice Pedro Sánchez que Mariano Rajoy no es fiable y Rajoy le pide que permita que haya Gobierno. ¿Quién tiene más razón?

-Si Rajoy es fiable o no lo desconozco. Lo que veo es que hablamos de dos personas totalmente antagónicas y eso es muy malo cuando los líderes tienen que manejar asuntos generales. Por cierto, otra cosa que me tiene perpleja es que PSOE y Podemos, que tienen su representación en el Congreso de los Diputados, tiendan a consultar ahora todo a las bases. ¿A qué estamos jugando?

-Ante este bloqueo, ¿se puede hablar de algún fallo de la Constitución?

-No. La Constitución podrá ser reformada, pero no presenta una redacción que en este momento esté generando problemas de formación de Gobierno. Son las fuerzas políticas las que de alguna manera están forzando el sistema parlamentario.

-¿Regula la Constitución suficientemente el proceso para la elección del Gobierno tras las elecciones?

-Ése es el famoso artículo 99 y, visto lo visto, habrá que cerrar un poco más este proceso, sobre todo para proteger al jefe del Estado. Los partidos están poniendo en la picota al Rey.

-¿Convendría entonces modificar el artículo 99 de la Constitución para eliminar conflictos como el actual?

-Habrá que retocarlo un poco si se reforma la Constitución, pero habrá que hacerlo porque las fuerzas políticas no han cumplido con ese artículo 99. La primera perplejidad es ver cómo Rajoy dijo que declinaba cuando no se le había propuesto nada. Sólo hay un acto en este proceso del jefe del Estado y es un acto de propuesta refrendado por la presidenta del Congreso. Todo lo demás son conversaciones. No se puede salir diciendo que te han ofrecido y has declinado, convirtiendo esto en un precedente paraconstitucional que no existe. Al mismo tiempo, desde que hay Constitución, ningún candidato había aceptado ser investido sin tener los apoyos necesarios. Han forzado el artículo 99 de la Constitución.

-¿No ha habido un rechazo de un candidato a la propuesta del Rey para formar Gobierno?

-Eso es una falacia. Ese rechazo no ha existido nunca de forma jurídica.

-Se ha dicho que Mariano Rajoy rechazó el encargo real en el primer intento tras las primeras elecciones?

-El Rey no hizo ninguna propuesta y, por lo tanto, nadie la rechazó.

-¿Qué hacer cuando, como ocurre ahora, nadie consigue la investidura?

-Según el artículo 99, no tenemos más salida que elecciones, elecciones y elecciones sine die. Por eso es absurdo que habiendo una mayoría de 170 escaños no se pueda formar un Gobierno de minoría. Los gobiernos en minoría existen en todas las partes, lo raro son los gobiernos de mayoría absoluta.

-¿Están todos los líderes políticos haciendo un análisis sesgado de la Constitución?

-Están haciendo interpretaciones de la Constitución que no son literales. En España pasa una cosa muy curiosa, y es que en algún momento a todo político que gobierna la Constitución le viene corta o grande. En ese momento, en lugar de atenerse a lo que dice la Constitución, lo que hacen es interpretarla para darle un sentido distinto.

-¿Se está manipulando el sentido de la abstención?

-Sin duda.

-¿Por qué se identifica la abstención con el apoyo al candidato?

-Es una interpretación política que no tiene nada que ver con la interpretación jurídica. Abstenerse es que no participas en la toma de decisiones que se adoptan. Es lo mismo que en el sistema electoral, cuando un ciudadano se abstiene y no va a votar no se le puede imputar que haya votado al PP o al PSOE. Otra cosa distinta es que como consecuencia de esa abstención gane un partido u otro. Ése es el derecho de sufragio.

-¿Por qué entonces tanto rechazo a la abstención?

-Porque las campañas electorales se hacen en negativo. Los políticos no hablan de sus programas y propuestas sino que atacan al contrario. ¿Cómo puede decir Pedro Sánchez que le han votado para impedir que gobierne Rajoy? ¿Desde cuándo el voto del ciudadano es para impedir un Gobierno? Los ciudadanos votan para que se pongan en marcha las medidas que les convencen.

-¿Habría que dar libertad de voto efectiva a los diputados?

-No es que haya que darla, es que hay que respetar la libertad del voto. Los diputados tienen ya esta libertad en la Constitución, que establece que no hay mandato imperativo. Cada diputado es libre para votar lo que quiera. Si el escaño no pertenece al partido, menos debería pertenecer el voto.

-¿No debería ser secreto el voto de los diputados como lo es el de los ciudadanos en las urnas?

-Si el reglamento del Congreso estableciera que el voto fuese secreto tendríamos Gobierno desde hace meses. Lo que sucede ahora es que la votación es nominal a voz alzada.