La campaña electoral para los comicios vascos de mañana concluyó envuelta en un debate sobre la gobernabilidad de España, propiciado por la presencia en Euskadi de los líderes nacionales de PP, Podemos y Ciudadanos.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó en Vitoria que su partido quiere un País Vasco "donde está", en "España y en Europa", y subrayó que votar a los populares es "garantía de defensa" del marco constitucional.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en San Sebastián para asistir al Festival de Cine, rehuyó hacer declaraciones sobre los comicios vascos y se limitó a declarar que será el PSOE quien decida si hay o no terceras elecciones. Por ello, el protagonismo morado quedó en manos de la candidata a lehendakari, Pilar Zabala, quien se comprometió a representar una "mayoría social nueva" para "devolver la política y las instituciones a la ciudadanía".

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró en Bilbao que el reto de su partido es construir en el País Vasco "un proyecto a largo plazo", que vaya creciendo como lo hizo en Cataluña, la tierra natal de la formación naranja.

En el campo de las fuerzas nacionalistas, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró en Bilbao que su partido ofrece "compromisos concretos" frente a la "sarta de ocurrencias" y "bomberadas" de otras formaciones. El líder de Sortu, Arnaldo Otegi lo acusó, por su parte, de ocultar siempre con quién se aliará tras unos comicios que, según las encuestas, ganará con un resultado que le obligará a buscar apoyos para ser investido.