El PSOE atraviesa una de las peores crisis tras la fractura abierta entre Pedro Sánchez y los críticos al secretario general. El Comité Federal medirá las fuerzas de ambos bandos. El politólogo Pablo Simón, miembro del gabinete de análisis Politikon, reflexiona sobre la situación en el seno del partido y las perspectivas de futuro, electorales y sociales, de la formación socialista.

¿Qué puede ocurrir en el Comité Federal de este sábado?

Hay dos bandos enfrentados que se niegan legitimidad mutuamente. No sabemos qué es lo que va a ocurrir. Alguien va tener que ceder en lo que concierne a su calendario. Ya sean, por un lado, Sánchez y sus partidarios, que apuestan por mantener las primarias para antes de que caduque el plazo, o bien sean los críticos, que insisten en que se resuelva la cuestión de la gobernabilidad de España antes de abrir el debate en el PSOE.

¿Qué consecuencias puede tener la división, tanto en términos electorales como sociales?

Ya no importa lo que haga el PSOE porque haga lo que haga pierde. Se ha colocado en una posición de ´lose-lose´. Esta es una herida en canal y que supone, independientemente del resultado final, una pérdida para ellos.

Puede ocurrir que Sánchez se imponga y gane las primarias que vendrían después, pero después iría a unas terceras elecciones con la mitad de su partido en contra y en las que podría obtener unos resultados bastante malos, probablemente peores que los de ahora.

Por otro lado, puede que haya una gestora que se posicionaría a favor de una abstención que permitiría investir a Rajoy, pero esto supondría la salida masiva de muchos militantes y la pérdida de apoyo social. En el corto y medio plazo va a perder apoyo electoral y social.

Si Sánchez impone sus tesis, ¿saldría reforzado de cara a unas nuevas elecciones generales?

Antes de eso, habría que ver si se organizarían las primarias, porque los críticos no reconocen la decisión adoptada por la Ejecutiva y le niegan legitimidad, por lo que consideran que el Comité Federal no debería discutir la propuesta de primarias. Tendríamos la imagen de un PSOE roto, con una pelea a cara de perro entre diferentes partes y que puede ir a las terceras elecciones en una posición extremadamente débil, casi crítica para su partido.

¿Dónde podrían residir las fortalezas de Susana Díaz como líder del PSOE?

El PSOE tiene muchos problemas estructurales que no se resuelven automáticamente con un nuevo candidato. Tiene el problema global de las socialdemocracias europeas, el recuerdo de la gestión de la crisis del Gobierno de Zapatero, la pérdida de respaldo en Cataluña y el hecho de que ahora tiene a un partido a su izquierda, Podemos, con cinco millones de votos y que se lleva el voto joven y de las periferias.

Susana Díaz viene de un PSOE más meridional y tiene complicado recoger votos en los graneros que ha perdido el PSOE en las últimas elecciones, que es allí donde existen cuestiones relativas a la plurinacionalidad, como Cataluña, Euskadi, Baleares y la Comunitat Valenciana. En todos estos lugares el PSOE tiene enormes problemas y parece que Susana Díaz tendría más dificultades aún para recuperar a ese votante, aunque puede crecer en torno al espacio de Ciudadanos. El PSOE puede cambiar de liderazgo, pero hay cuestiones estructurales que no se resuelven a corto plazo, sino en dos o más ciclos electorales.

¿El problema del socialismo español es que sus mensajes, como el de la protección social, lo están recogiendo otras formaciones, como les ha ocurrido a otros partidos de centro izquierda en Europa?

Es un discurso tentador, que influye algo, pero que no es decisivo si no se entienden otros factores. Las grandes pérdidas del PSOE vienen del efecto de la gestión de la crisis económica en la época de Zapatero y posteriormente Rubalcaba. Es un golpe durísimo por su incapacidad para renovarse, y a la que hay que sumar una cuestión territorial viva. Es algo idiosincrático y no tiene ver necesariamente con la falta de proyecto en el PSOE. Son factores que se combinan de forma específica, pero son razones estructurales distintas a las que puedan tener los socialdemócratas alemanes o los laboristas ingleses. A perro flaco todo son pulgas y al PSOE se le solapan varias crisis a la vez que no tienen solución fácil e inmediata.

¿Cómo afecta la crisis en el PSOE a PP y Podemos? ¿Percibe preocupación en los populares por el hecho de que esta situación refuerce a Podemos?

Es posible, pero es una preocupación menor para ellos. El escenario ideal del PP es la de tener un poder sólido, sin opción en la oposición para formar una alternativa. Es el escenario que se está empezando a configurar. Con un PSOE muy minorado y Podemos como segunda fuerza, el dilema para el PP ya no sería 'izquierda o derecha', sino 'orden o caos'. Los términos del debate cambian y se llegaría a una situación como la de la primera República italiana, donde todos se unían para llegar a acuerdos que excluyeran al Partido Comunista. Sería un escenario bueno para Podemos y el PP, que sería el partido hegemónico en un ciclo largo de gobierno, pero tremendamente negativo para el sistema político, puesto que éste necesita que se puedan formar coaliciones alternativas de distinto signo ideológico. La amenaza de perder el gobierno es lo que hacen que los ejecutivos sean representativos. Es algo parecido a lo que ocurre en un puesto de trabajo. Si sabes que te pueden echar te esfuerzas más.