Sólo un pensamiento unifica el parecer de los doce miembros asturianos del comité federal que hoy asistirán a uno de los conclaves más tensos de la reciente historia del PSOE. "Vamos a una situación que no deseamos nadie", reconocía un integrante. "Lo que vivimos estos días nos sonroja a todos", admitía otro. Aunque algunos miembros de la delegación han dejado clara su adhesión públicamente, hay quienes piden mantener en privado su posición: otros se mantienen en una calculada ambigüedad.

El PSOE fue ayer una máquina calculadora. Los partidarios de Pedro Sánchez y los del sector crítico afín a los barones trataban de echar número de sus adhesiones. Quienes en el partido socialista asturiano conocen bien las estrategias para obtener una mayoría en una votación interna recalcan la delicadeza del proceso: "No es un cálculo fácil, y es algo que debe hacerse con tiempo, conociendo a cada uno de los delegados, tratando de convencerlos poco a poco". La premura con la que se han desarrollado los acontecimientos corre en contra. "Siembre hay que contar con quienes dicen que te apoyarán pero luego no lo harán", advierten fuentes socialistas.

Tanto "sanchistas" como críticos han afirmado contar con los apoyos suficientes. En la delegación asturiana la división es clara. Al menos cuatro integrantes por Asturias en el comité federal se han significado a favor de Pedro Sánchez, formando un sector cuya cabeza visible es la secretaria de Política Municipal de la ejecutiva federal socialista, Adriana Lastra. De los críticos hay seis delegados, al menos, que han expresado internamente o de forma privada su posición en contra de la premura con la que Sánchez ha tratado de convocar un congreso y cuestionan los movimientos de la dirección federal para explorar la posibilidad de conformar una alternativa al Partido Popular, en línea con el secretario general de la FSA, Javier Fernández. Dos miembros del comité mantienen una posición intermedia, que hace oscilar los cálculos de uno y otro sector. En definitiva, la representación asturiana se mueve entre un reparto ajustado.

"Es muy arriesgado dejarlo todo al choque de los votos, podemos encontrarnos con victorias por la mínima que no harían más que ahondar la división del partido", aseguraba uno de los integrantes del comité, ya camino de Madrid.

Ayer los integrantes consultados por este periódico coincidían también en la incertidumbre con la que se celebrará el comité federal. "No sé muy bien a qué me enfrentaré. Estoy esperando a ver si puedo hablar con el resto de la delegación para ver cómo queda finalmente la sesión", confesaba con desconcierto uno de los asistentes. "Lo único que espero es que en las próximas horas se produzca algún acuerdo que evite un escenario de ruptura interna", rogaba otro. "Estamos ante una contienda muy dura por las dos partes, y ambas han cometido errores: yo percibo un afán personal en las actitudes de ambos sectores", sostenía un tercero.

"Estoy ante la papeleta más difícil de mi trayectoria política", admitía camino de Madrid otra de las personas que mañana deberán tomar una posición que podrá ser determinante para bascular a un lado u otro el futuro del PSOE. Mientras tanto, aunque algunas agrupaciones locales como las de Corvera, Langreo y Laviana expresaron su adhesión a favor de la actual Ejecutiva federal, otras que no se han pronunciado públicamente aguardan el desarrollo de los acontecimientos antes de pronunciarse sobre la crisis interna, como la agrupación de Oviedo.