Vigo / Oviedo, Irene BASCOY / Marcos PALICIO

La brújula política ahora marca el Noroeste. De pronto, con apenas una semana de diferencia, unas elecciones autonómicas de aplastante victoria popular y a su estela un cisma de proporciones desconocidas en el PSOE han agitado el mapa y ahí, del nuevo río revuelto del liderazgo en los grandes partidos, han emergido los presidentes de Galicia y Asturias. Los dos grandes buques de la política tradicional han virado al Noroeste, hacia aquel "nuevo Sur" despoblado y envejecido, políticamente olvidado, que retrató el periodista y escritor Enric Juliana, para subir al centro del escenario a Alberto Núñez Feijóo y a Javier Fernández. El gallego asoma como oxigenador electoral del PP, como titular de la única mayoría absoluta que queda en los parlamentos regionales y cada vez más asentado como posible alternativa de poder nacional en el partido tras su aplastante victoria en las autonómicas gallegas. El asturiano se manifiesta al volante de la gestora reconstructora del PSOE en el momento más crítico de su historia reciente. Feijóo y Fernández no son ni primos ni hermanos en el mundo de las ideas, si acaso pueden llegar a conectar a través de un cierto estilo de liderazgo cauteloso y poco dado a la estridencia.