La abstención para dejar que Mariano Rajoy sea investido de nuevo como presidente del Gobierno gana terreno en el PSOE en vísperas de que, el domingo, se reúna el comité federal, órgano del que depende la decisión última. Hasta ahora sólo las federaciones de Andalucía, Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha se han pronunciado de forma abierta en favor de abstenerse, mientras que otras como País Vasco, Madrid, Baleares, Castilla y León, Cantabria, La Rioja o Murcia, se mantienen en el rechazo al candidato popular. Sin embargo, la división interna del partido impide que haya un traslación literal de las posturas territoriales al órgano que tomará la decisión final.

Galicia es el mejor ejemplo de cómo no existe una posición uniforme. La presidenta de la gestora, Pilar Cancela, defiende el "no" a Rajoy de forma recalcitrante y en solitario. Otros representantes gallegos en el comité federal, como el exministro José Blanco o el alcalde de Vigo, Abel Caballero, apuestan por la abstención.

El rechazo a Rajoy entre quienes ostentan responsabilidades orgánicas en el partido tienden a menguar a medida que cala la defensa de la abstención con el único argumento de evitar unas terceras elecciones que, según el pronóstico de la actual dirección socialista, debilitarían todavía más la ya precaria situación del partido.

Protección policial

La oposición interna se concentra en torno a la recogida de firmas para forzar la celebración de un congreso, a los que faltarían 7.500 rúbricas para conseguir su objetivo. Aunque el comité federal del domingo no alcanzará las cotas de tensión del anterior, cuando los críticos provocaron la dimisión de Pedro Sánchez, la reunión se prevé complicada. El PSOE solicitó protección policial para prevenir incidentes en las concentraciones convocadas ante la sede del partido.

En paralelo al progreso de la abstención se reducen los parlamentarios dispuestos a romper la disciplina de voto y dar el "no" a Rajoy. Frente a unas primera estimaciones, que cifraban en 28 los parlamentarios dispuestos a dejar constancia de su rechazo al candidato popular, ahora sólo existe constancia de que seguirán en esa posición una decena, entre ellos los siete diputados del PSC, la aragonesa Susana Sumelzo y Margarita Robles.