El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, eludió ayer aclarar los términos en que garantizó al Rey que los socialistas se abstendrán en la segunda votación para que Rajoy salga investido presidente del Gobierno. Ante la persistencia de una serie de diputados en el "no" al candidato popular, pese al acuerdo "imperativo" del comité federal del PSOE en favor de la abstención, las preguntas a Fernández se centran ahora en las medidas que adoptará la dirección socialista si esta indisciplina se mantiene. El presidente de la gestora se manifestó ayer partidario de "persuadirlos" para que no tomen esa decisión y rechazó hablar de posibles castigos. Pese a que ahora no prevé la ruptura de la disciplina de voto, Fernández asegura que, de darse esa circunstancia, reunirá a la gestora para que decida qué medidas adopta .El portavoz en el Senado, el expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces, se mostraba ayer contrario a sancionar a quienes no acaten la directriz del comité federal y apela a la "reflexión y sensatez" para que el partido se "recomponga" manteniendo "la diversidad de ideas".

Todavía en la fase persuasiva, el grupo parlamentario socialista se reunirá hoy para advertir a los 85 diputados de que deberán abstenerse en la segunda votación. Hay ya una relación de diecisiete parlamentarios que previsiblemente se mantendrán en el "no". Además los siete diputados del PSC, en ese grupo estarían el vasco Odón Elorza, Margarita Robles, Susana Sumelzo y la excomandante Zaida Cantera. A ellos podría sumarse la gallega Rocío de Frutos, los dos representantes por Baleares, Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, y tres diputadas de Castilla y León: Mar Rominguera, Esther Peña y Luz Martínez Seijo. La gran incógnita es qué hará Pedro Sánchez.