La diputada "número uno" por Asturias, Adriana Lastra, llegó ayer a la la reunión del Grupo Socialista con la idea de dirigirse a sus compañeros pero no le resultó posible, No le dieron la palabra. Ante esa situación, pidió al portavoz, Antonio Hernández, que trasladara al resto de diputados su reflexión, en la que acepta la abstención decidida en el comité federal pero pide a la gestora que se replantee la llamada abstención técnica para "no hacernos más daño".

Lastra acepta la decisión del comité federal, aunque advierte que se ha tomado "en contra del sentir mayoritario de nuestra militancia". La diputada asturiana hace una propuesta para evitar que la abstención "ahonde en las tensiones internas": "replanteémonos el tema, cumplamos el mandato del comité federal pero sólo otorgando 11 abstenciones, las necesarias para la investidura de Mariano Rajoy". La abstención técnica, en su opinión, tiene sentido: "de esta forma no nos haríamos más daño aún ". La parlamentaria riosellana defiende que el Grupo Socialista "se mantendría unido(...) ocultaríamos nuestra división interna y evitaríamos entrar en un bucle de debate sin fin sobre la aplicación de medidas sacionadoras". En caso contrario teme que el PSOE entre "en una deriva absolutamente incontrolable".