Antonio Hernando y Javier Fernández colaron ayer en la sesión de investidura el debate últimamente recurrente sobre la potencialidad desactivadora de conflictos que podría tener el mecanismo de elección de presidente en sus versiones asturiana y vasca. El portavoz socialista sugirió desde la tribuna una reforma del artículo 99 de la Constitución para cambiar el sistema y evitar el bochorno del bloqueo. El presidente del Principado y de la gestora del PSOE tradujo sus palabras conjeturando que una de las opciones a las que podría referirse es el modelo que rige en los parlamentos autonómicos del Principado y del País Vasco. A ésta, precisó, "o a otra fórmula de las que puede haber para generar un poco más de estabilidad".

La cuestión se ha planteado con alguna frecuencia en estos meses de vacío. En el modelo del Principado no es posible el voto en contra de un aspirante a presidente, sólo cabe el respaldo o la abstención. Llegada la votación, la Ley del Presidente establece que "los diputados responderán con el nombre de uno de los candidatos o responderán 'Me abstengo'". Con ese sistema, haciendo política ficción, en España todo habría sido diferente. Hasta podría incluso haberse desactivado el plúmbeo debate socialista alrededor de la abstención o el "no": la desaparición de la opción del "no" determina que abstenerse es el grado máximo de rechazo que se puede expresar hacia un candidato y eso facilita la elección. Aunque sea a veces, eso sí, de presidentes con apoyos precarios.

El mecanismo dificulta el bloqueo sin evitarlo del todo. En la Junta General del Principado, de hecho, hubo en la última investidura de Javier Fernández una posibilidad de empate que de haberse mantenido durante dos meses habría conducido a la disolución de la cámara y a la convocatoria de elecciones. En julio de 2015, el hoy presidente llegó a la segunda votación en competencia con la candidata del PP, Mercedes Fernández. Si el aspirante socialista hubiera obtenido sólo los votos de su grupo (14) y la popular los que finalmente consiguió, los del PP y los de Foro (14), la abstención del resto de los grupos también habría bloqueado Asturias. Entonces eso se evitó mediante los cinco votos de IU, que sumados a los del PSOE hicieron presidente a Javier Fernández.