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La "podemización" de Sánchez

Críticos y afines se desmarcan del acercamiento del ex secretario general del PSOE al partido de Iglesias

La batalla interna de Pedro Sánchez en el seno del PSOE va más allá de la recuperación de su liderazgo en el partido. "He cometido errores: en el primer Comité Federal taché a Podemos de populistas. No sabía exactamente qué era Podemos. No supe entender la cantidad de gente que quiere renovar la política detrás de Pablo Iglesias". Sus palabras en la noche del domingo a Jordi Évole han desagrado tanto a algunos de sus afines como a quienes consiguieron que abandonara la secretaría general, pero anticipan que la confrontación en el seno del partido puede adquirir mayor hondura ideológica de la que se le supone. Sánchez defiende ahora que los socialistas han de entenderse "con la otra izquierda, que es la de Podemos", algo que a lo que se resisten quienes tienen el control orgánico del PSOE, que ven en Podemos una adversario más peligroso incluso que el PP. La discrepancia se extiende a quienes están distantes de la actual dirección interina. Así el madrileño Rafael Simancas, quien ahora se sienta en el escaño de Sánchez y siempre estuvo con el defenestrado secretario general, sostenía ayer que Podemos es un partido "populista", que "nunca plantea nada serio" desde la oposición y que, allí donde lo hace, "gobierna mal".

La "podemización" de Sánchez conecta con su insistencia en que el próximo congreso de los socialistas tiene que ser el de refundación, algo que va más allá de la reconstrucción del partido que defiende el presidente de la gestora, Javier Fernández.

La nueva línea de Sánchez buscaría una recomposición del PSOE por la vía de ejercer como partido hegemónico de la izquierda atrayéndose el apoyo de aquellos sectores de Podemos que, como el que encabeza Íñigo Errejón, defienden que sólo se puede alcanzar el Gobierno con una captación transversal del voto. Los socialistas catalanes se preparan para ensayar esa fórmula de acercamiento a una izquierda muy ajena a la cultura orgánica de los socialistas, salida del activismo, que aglutina a una generación muy alejada de la que ahora domina en el PSOE y cuyas filas engrosan quienes antes de los años de la crisis carecían de inquietudes políticas. El PSC resolverá en su próximo cónclave si opta por la futura formación que liderará la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como socio electoral en los comicios autonómicos catalanes. La fuerza de Colau estaría en condiciones de entrar en la disputa de las bolsas del voto de las que ahora se nutre En Comú Podem, la confluencia catalana de Podemos, y atraer a un sector nacionalista que comenzaría a distanciarse del independentismo. Esos dos nuevos caladeros ayudarían al PSC a recuperar parte de lo que fue en otros tiempos y quizá lo pondría en la senda de volver a gobernar de nuevo después del severo desgaste sufrido en estos años de ascenso del independentismo.

El ex secretario general de los socialistas estaría mirando hacia la estrategia catalana al abogar por el entendimiento con un partido que, en última instancia, frustró su investidura como presidente del Gobierno al votar en su contra. Una circunstancia que los socialistas se han ocupado estos días de reprochar a Podemos como defensa exculpatoria de su giro desde el "no" a Rajoy a la abstención. Para el PSOE quedó en evidencia la imposibilidad de una alternativa al Gobierno del PP por el rechazo de Podemos a buscar vías de entendimiento.

Ahora, ese hipotético acercamiento futuro entre el PSOE y Podemos está a merced del resultado de sus cónclaves nacionales. El partido de Iglesias proyecta para comienzos del próximo año el "nuevo Vistalegre" y la línea de la organización dependerá de cual de los sectores se imponga, si el más radical y en apariencia mayoritario, que encabeza su secretario general, o el partidario de acercarse a los socialistas, con Errejón al frente. Desde la otra orilla, la mano tendida sería la de Pedro Sánchez. Pero antes tiene que conseguir que fragüe su opción interna e imponerla en un congreso que sus afines insisten en que se convoque de inmediato.

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