La visita de tres días a Arabia Saudí que el Rey inicia este sábado unió ayer al PP y el PSOE en la defensa de un viaje al que Unidos Podemos y los partidos soberanistas catalanes se oponen radicalmente, mientras que Ciudadanos, justo en el medio, aboga por que los ministros que acompañen al monarca no oculten la desaprobación que al Gobierno español le merece el incumplimiento de los derechos humanos en el país árabe.

Esta visita oficial es la primera de Felipe VI tras el nombramiento del nuevo Gobierno y el desbloqueo de la situación política que obligó a aplazarla en el pasado mes de febrero.

Aunque el PSOE estimó entonces que el viaje "no procedía", dado que el régimen saudí acababa de ejecutar a 47 personas acusadas de terrorismo, ayer el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, la apoyó.

La razón del cambio de postura del PSOE, expuso Hernando, es que la visita es "en defensa de los intereses de empresas españolas y de las relaciones comerciales exteriores". El principal objetivo es la firma de un contrato, por valor de 2.000 millones, por el que el astillero Navantia construirá cinco barcos para la armada de este país

Además, según Hernando, "nadie puede poner en duda el compromiso del jefe del Estado con los derechos humanos". Y precisó que deben ser las formaciones políticas y el Gobierno los que reivindiquen la defensa de los derechos humanos.

En el mismo sentido, el líder de C's, Albert Rivera, argumentó que no le corresponde al monarca posicionarse en este tipo de cuestiones, pero sí al Ejecutivo; de ahí que haya pedido al Gobierno que exija el cumplimiento de los derechos humanos en el reino saudí a través de los dos ministros que acompañarán al Rey en ese viaje: el titular de Exteriores, Alfonso Dastis, y el de Fomento, Íñigo de la Serna. No obstante, el portavoz de C's en el Congreso, Juan Carlos Girauta, cree que el jefe del Estado debe tener el "gesto" de defender los derechos humanos en sus intervenciones públicas en el país.

Abiertamente crítico con el viaje se mostró el portavoz de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, quien apuntó que, tras los meses de bloqueo institucional, Arabia Saudí "a lo mejor no era" el destino "más adecuado ni el primer sitio que había que visitar", al tiempo que pidió más sensibilidad para viajar a países "que violan los derechos humanos".

Igualmente críticas fueron las valoraciones del portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, que ve este viaje "tremendamente cuestionable a nivel democrático", y el portavoz del PDECat, Francesc Homs, que preguntó si Felipe VI va a mantener el mismo "interés" que su padre, Juan Carlos I, en el reino saudí.

En cambio, el portavoz del PP en la Cámara baja, Rafael Hernando, defendió la conveniencia del viaje a una nación de la que están "pendientes intereses económicos enormemente relevantes", que afectan al empleo de "muchos españoles y muchas empresas".