El Rey inicia hoy una visita oficial de tres días a Arabia Saudí al final de la cual se espera que Riad y el astillero público Navantia firmen el contrato de compra-venta de cinco corbetas españolas, una operación que ronda los 2.000 millones de euros. Ayer, víspera de la partida de Felipe VI, el Gobierno desbloqueó además una venta de munición de artillería al reino saudí por importe de unos 40 millones.

Según informó el diario "El País", esa operación llevaba en suspenso un año, ante el temor de que el Ejército saudí usara los proyectiles para bombardear el vecino Yemen, donde ya han muerto más de 7.000 civiles a causa de los ataques de Riad.

El viaje del Rey fue aplazado en febrero, después de que las autoridades saudíes ejecutasen a 47 personas, cuando el Gobierno estaba en funciones a causa del bloqueo político. Los partidos están divididos: PP y PSOE lo respaldan y no ocultan que su móvil es plenamente económico, pero Podemos o ERC se oponen radicalmente y C's propone que el monarca anime a Riad a respetar los derechos humanos.

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, quiso circunscribir la visita a las "relaciones personales entre familias reinantes", pero también a los "muchos intereses de España" que están "en juego". De hecho, al Rey le acompañan los nuevos ministros de Exteriores, Alfonso Dastis, y Fomento, Íñigo de la Serna, y uno de los hitos del viaje es la visita a las obras del AVE Medina-La Meca, que acomete un consorcio hispano-saudí por 6.500 millones.