El consorcio de empresas españolas que construye el AVE La Meca-Medina ha alcanzado un "principio de acuerdo" con el Gobierno de Arabia Saudí que "resuelve las diferencias" surgidas entre ambas partes y "despeja el camino" para concluir la obra, según anunció el Ministerio de Fomento sin indicar los términos de dicho acuerdo.

El acuerdo se ha logrado en las reuniones que una delegación del consorcio ha mantenido durante toda esta semana en Arabia, desde el pasado sábado hasta ayer jueves, con el Gobierno árabe.

Asimismo, se sustenta sobre los avances logrados en la reunión celebrada en Madrid el pasado mes de octubre con ocasión de la visita que realizó a España Rumaih Mohammed Al-Rumaih, el presidente de la Saudí Railways Organization (SRO), el organismo árabe promotor del denominado 'AVE del Desierto'.

En dicho encuentro, este alto representante del Gobierno árabe transmitió la disposición de su país a dar un año y medio más de plazo (entre 17 y 19 meses más) al grupo español para terminar el AVE, que inicialmente tenía que estar listo a comienzos de 2017, sin que se activen las penalizaciones por retrasos que fija el contrato.

Las nuevas reuniones, esta vez en Arabia, han tenido lugar a pesar de que el Rey Felipe VI tuvo que suspender la visita oficial que tenía previsto realizar al país el pasado fin de semana por el fallecimiento de un familiar el monarca árabe.

La consecución de más tiempo para construir el AVE pasaba no obstante por conseguir un acuerdo global, esto es, pactar otros aspectos como los sobrecostes por construcciones adicionales en las estaciones o el ajuste de las condiciones en que Renfe explotará posteriormente la línea.

La concesión de más plazo para terminar la línea supone que Arabia reconoce que el retraso que acumulan los trabajos se debe a la demora de la primera fase del proyecto, la correspondiente a la construcción de la plataforma del AVE, de la que se ha encargado un consorcio de empresas chinas y árabes.

Así, las empresas españolas quedarían eximidas de la penalización por retraso que fija el contrato, uno de los mayores logrado por España en el exterior.

El proyecto, que el consorcio español se adjudicó a finales de 2011 por 6.700 millones, comprende la segunda fase de la obra, esto es, la correspondiente a la colocación de las vías y la instalación de toda su superestructura (electrificación, seguridad, comunicaciones y otros sistemas) de la línea así como su posterior explotación.

En la actualidad, se ha completado ya la colocación de vías en tres de los seis tramos de la línea, de 450 kilómetros de longitud, y tiene muy adelantado el trabajo en otros dos. El tramo restante se acaba de recibir del grupo chino.

El consorcio que ejecuta este 'macrocontrato' está compuesto por las empresas públicas dependientes de Fomento Ineco, Renfe y Adif, y las privadas OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa y Talgo, esta última encargada de suministrar los trenes.